Ciencia

Los Testimonios Inspiradores de Mujeres Investigadoras que Transforman la Ciencia Polar

2025-03-13

Autor: Antonia

En la LXI Expedición Científica Antártica (ECA 61), impulsada por el Instituto Antártico Chileno (INACH), un grupo destacado de mujeres investigadoras está marcando un hito en la ciencia polar. De las 119 personas que integran esta expedición, ¡56 son mujeres! Esto refleja un crecimiento significativo en la participación femenina en el ámbito científico, especialmente en un entorno tan extremo y desafiante como la Antártida.

Entre las investigadoras que forman parte de esta expedición, quienes van desde principiantes hasta expertas con múltiples campañas, cada una de sus historias resalta no solo su dedicación, sino también la pasión que les une en su búsqueda por ampliar el conocimiento del continente blanco. La ciencia polar está siendo transformada por estas pioneras, quienes enfrentan desafíos únicos que ofrecen aprendizajes cruciales.

Ingrid Hebel, investigadora y académica de la Universidad de Magallanes, está estudiando los musgos antárticos, su antigüedad y su capacidad de adaptación. Desde su primer viaje en 1997, ha sido testigo del aumento en la presencia de mujeres en la ciencia, aunque lamenta que la participación decrezca en posiciones más elevadas. "La carga familiar y laboral sigue recayendo en las mujeres", menciona, subrayando la necesidad de apoyos en todos los niveles.

Marely Cuba-Díaz, con más de 20 años de experiencia, lidera su quinta expedición estudiando cómo el clavelito antártico se adapta a la salinidad, un área poco explorada en la flora de la región. Ella comparte con orgullo que hay un creciente número de jóvenes investigadores en sus equipos, lo que asegura un futuro prometedor para la ciencia. "Es vital que las jóvenes se atrevan a seguir sus sueños en la ciencia", asegura.

Por su parte, Julia Saravia, investigadora posdoctoral, maneja un proyecto que investiga la fisiología de caracoles marinos. Además, trabaja activamente para impulsar la equidad de género en la ciencia a través de su iniciativa "Mi Ajá Antártico", que busca inspirar a futuras generaciones de mujeres científicas. "Una ciencia diversa es una ciencia mejor", afirma con determinación.

Zambra López, otra investigadora posdoctoral, resalta el trabajo de las mujeres jóvenes en la ciencia antártica, describiendo cómo han desafiado las tradiciones y han abierto caminos que antes no eran posibles. Junto a estudiantes de biología marina, están recolectando muestras en un esfuerzo por entender mejor las bioinvasiones en la zona, una problemática creciente dado el aumento del tráfico marítimo y el cambio climático.

Las nuevas voces forman una parte activa y necesaria de esta narrativa. Catalina Cisterna y Valentina Ojeda, estudiantes que participan en actividades de buceo científico, comparten objetivos similares de romper barreras y demostrar que las mujeres pueden brillar en la ciencia. "Nuestras experiencias son diferentes, pero el orgullo y la determinación son los mismos", comparten.

Estas historias son un claro testimonio de la fuerza y el compromiso de las investigadoras en la ciencia antártica. Su participación rica y diversa no solo enriquece el conocimiento en este ámbito, sino que también establece un precedente para la ciencia del futuro, apuntando hacia una mayor inclusión y equidad.

En resumen, el INACH se mantiene como un ente crucial en la promoción de la ciencia antártica de calidad, todo mientras apoya a las investigadoras y celebra su incansable contribución al conocimiento global. La Políticas Científica Antártica es clara: el futuro de la ciencia polar está cambiando y las mujeres están al frente de esta transformación.