La Universidad de Chile, bajo la dirección del técnico Gustavo Álvarez, está en pleno proceso de preparación para la temporada 2025, en la que se enfrentarán al importante desafío de representar a Chile desde la fase de grupos en la Copa Libertadores. Este torneo continental es crucial para el club, que espera superar las expectativas y brillar a nivel internacional.

A pesar de algunos problemas administrativos que enfrenta la institución, Álvarez ha tomado decisiones clave en el plantel. Una de estas decisiones ha sido la de cortar a varios jugadores que no entran en sus planes para el próximo año. Entre ellos se encuentran los jóvenes provenientes de las divisiones formativas: Jeison Fuentealba, Renato Cordero y Renato Huerta, quienes están entrenando de forma separada mientras buscan un nuevo club que les brinde la oportunidad de adquirir más experiencia en el fútbol profesional.

Otro de los jugadores que podría ver su salida es Federico Mateos, un argentino de 31 años que busca desvincularse del club. Mateos tiene como opciones a Ñublense y Huachipato, lo que podría facilitar su marcha.

Curiosamente, todos los mencionados son volantes, una posición donde la competencia es dura debido a la presencia de figuras como Charles Aránguiz y Marcelo Díaz. Esta situación ha complicado las posibilidades de los jóvenes para ganarse un puesto en la titularidad.

Hasta la fecha, la U ha registrado oficialmente solo un refuerzo para la próxima temporada: Julián Alfaro, exdelantero de Magallanes, fue anunciado a principio de diciembre. "¡Bienvenido a la U, bienvenido a tu casa, bienvenido Julián Alfaro!", publicó el club en sus redes sociales.

Además, Fernando Osorio Sanguinetti, un prometedor volante de 19 años, ha sido el único jugador ascendido al plantel profesional desde las divisiones juveniles. Sanguinetti, quien juega como mediocentro y ha sido convocado varias veces a la Selección Sub 20, llegó a la Universidad de Chile en 2012 y ha tenido la oportunidad de entrenar con el primer equipo desde el año pasado.

El técnico Álvarez ha seguido a Sanguinetti desde mediados del año pasado y su opinión fue fundamental para que la dirección deportiva, liderada por Manuel Mayo, decidiera ofrecerle su primer contrato profesional, el cual se firmó en septiembre. Álvarez ha elogiado las habilidades del joven mediocampista, destacando su inteligencia táctica, su capacidad técnica y su combatividad en el campo.

Con la llamada a nuevos fichajes inminente, la U espera cerrar más incorporaciones antes de sus amistosos de pretemporada, que están programados para enero. El primer partido está fijado contra Coquimbo Unido el 5 de enero, un encuentro que será clave para poner a prueba el nuevo equipo antes del inicio del campeonato.

La temporada 2025 apunta a ser una gran oportunidad para la Universidad de Chile, no solo para consolidar su plantilla, sino también para recuperar el estatus de ser uno de los clubes más importantes del fútbol chileno y hacer un papel digno en la Copa Libertadores. Sin embargo, la presión por lograr resultados es alta, y los aficionados estarán atentos a cada decisión que tome la dirigencia.