Los lectores de Once Vidas rompen el silencio sobre el suicidio: "Nadie está libre de un mal momento. La sociedad no puede mirar hacia otro lado"
2025-01-11
Autor: Santiago
Desde hace dos años, cada 11 de noviembre se convierte en una jornada de esperanza en EL MUNDO, dedicada a la prevención del suicidio. Este esfuerzo ha sido posible gracias a la valiosa contribución de familiares en duelo, sobrevivientes y profesionales de la salud mental que han compartido sus historias en la serie Once Vidas. Su objetivo es desmitificar el sufrimiento que acompaña a quienes consideran el suicidio y fortalecer la red de apoyo para combatir el alarmante dato de once muertes diarias en España, en su mayoría prevenibles.
El compromiso de nuestros lectores ha sido fundamental; muchos han compartido sus reflexiones en foros abiertos, ayudando a derribar el estigma que rodea el suicidio. Entre estas voces, destaca la de una madre que recientemente escribió sobre la devastadora pérdida de su hijo adolescente, subrayando la urgencia de informar a otros padres sobre los signos de la ideación suicida. "Ojalá me lo hubieran explicado en la charla de padres", clamó, instando a que más personas tomen conciencia de este problema.
Un lector sobreviviente reflexionó sobre la decisión de su madre de terminar con su sufrimiento, señalando que el suicidio a menudo está motivado por el deseo de dejar atrás el dolor y no por la falta de ganas de vivir. La presión social y el estigma también afectan a quienes han vivido esta experiencia. "El duelo por suicidio es único y complicado; a menudo se acompaña de culpabilidad y rabia", compartió otro lector, quien también abogó por la importancia del apoyo emocional y de ofrecer un espacio seguro para hablar sobre estos sentimientos.
Las estadísticas son inquietantes: cada vez más hombres adolescentes y ancianos están entre las víctimas. Tres de cada cuatro suicidios son masculinos, lo que indica que se necesita trabajar en la apertura emocional de los hombres, quienes a menudo sienten que no pueden expresar su dolor. Un lector insistió en que "los hombres lloran también" y pidió un enfoque en la salud mental masculina que aborde sus particularidades.
Además, la voz de quienes han perdido seres queridos a causa del suicidio se ha hecho eco en nuestros foros. Muchos expresan su deseo de poder hablar sin ser juzgados, al tiempo que lamentan la falta de recursos para la prevención y el tratamiento de problemas de salud mental. La situación es crítica: en los últimos cinco años, el número de suicidios ha crecido alarmantemente, llegando a afectar incluso a la población juvenil. En 2023, se perdieron seis vidas al mes de menores de 19 años.
Un lector lamentó que las soluciones puedan ser demasiado tardías: "Ante una tentativa de suicidio, la espera para recibir ayuda psicológica puede ser interminable, y eso es inaceptable". Esta realidad ha llevado a muchos a abogar por un cambio urgente en las políticas de salud mental en España, con un enfoque particular en la prevención y la promoción de ambientes de apoyo familiar y amistoso.
"La desesperanza es un estado que puede acometer a cualquiera, y en esos momentos difíciles, la red de apoyo social es vital", advirtió un lector, resaltando la necesidad de que la sociedad no dé la espalda a aquellos que atraviesan momentos oscuros. Crear espacios donde las personas puedan expresar sus emociones, incluso aquellas más difíciles de abordar, es un paso crucial para la prevención.
El mensaje es claro: el suicidio no es una solución, y existen caminos que pueden conducir a la esperanza y la recuperación. Es fundamental trabajar en la normalización de las conversaciones sobre salud mental, promoviendo la búsqueda de ayuda y apoyo. A través de estas historias compartidas, surge una comunidad de apoyo donde cada voz cuenta y donde nadie debería sentirse solo en su dolor. La lucha por la vida y por momentos de felicidad vale la pena.