La Ley Karin, oficialmente conocida como Ley 21.643, ha traído consigo un cambio significativo en la forma en que se aborda el acoso y la violencia en los entornos laborales. Según el último informe semestral de la Dirección del Trabajo (DT), se han registrado 9.151 denuncias desde su implementación, y el dato más alarmante es que más del 86% de ellas son por hostigamiento y acoso laboral.

Este informe abarca el periodo del 1 de agosto de 2022 al 31 de diciembre de 2022 y revela que las mujeres son las más afectadas, representando el 67,8% de las denuncias. Además, se evidencia que el 50% de estas acusaciones provienen de grandes empresas, lo que plantea una preocupación significativa sobre las políticas de protección laboral en estas organizaciones.

El comercio se lleva la peor parte, con un 19,6% de las denuncias, seguido de la enseñanza (13,5%) y los servicios administrativos y de apoyo (11,9%). La situación se agrava, ya que el 6,6% de las denuncias también se relacionan con acoso sexual.

Desde la implementación de la Ley Karin, la región Metropolitana ha sido el epicentro de estas denuncias, acumulando un 28,7%, mientras que regiones como Arica y Parinacota presentan los números más bajos, con solo un 0,8%.

Pablo Zenteno, director del Trabajo, ha subrayado la importancia de esta ley en visibilizar prácticas que antes eran toleradas. Recuerda que el Código del Trabajo ya exigía que las empresas garantizasen un ambiente laboral digno y seguro, pero la Ley Karin refuerza esta responsabilidad y establece mecanismos claros para la denuncia y fiscalización.

Para hacer frente a este problema, el viernes pasado se cerró el proceso de selección para contratar 37 nuevos fiscalizadores y 13 abogados que tendrán como misión atender estas denuncias. Esto no sólo representa un avance en la respuesta estatal frente a situaciones de violencia laboral, sino que también es un llamado a las empresas a adoptar una cultura de respeto y prevención.

¡Es momento de que las empresas tomen este asunto con seriedad! La falta de acciones efectivas puede llevar a sanciones severas, y la presión social por ambientes laborales más seguros continúa creciendo. La Ley Karin no solo es un marco normativo; es una oportunidad de transformación hacia lugares de trabajo libres de violencia y acoso. ¿Estás en una empresa que cumple con esta normativa? ¡Comparte tu experiencia!