Salud

Las Críticas Crecen: Tratantes se Opponen al Plan de Erradicación de Tuberculosis y Abogan por el Bienestar Animal

2025-01-04

Autor: Sofía

Introducción

La Asociación de Tratantes y Cebaderos (ASTRACE) ha alzado la voz en contra del Programa Nacional de Erradicación de Tuberculosis Bovina 2025, especialmente en lo que respecta a las exigencias de saneamiento de terneros destinados a cebaderos cerrados. Ricardo de la Iglesia, presidente de ASTRACE, expresó su preocupación al afirmar que «no tiene sentido elegir entre códigos de trato para vida, cebo o sacrificio, para luego ser obligados a sanear animales que, al final, están destinados al sacrificio».

Impacto en el Bienestar Animal y la Economía

De la Iglesia destacó que este enfoque no solo no beneficia al bienestar animal, sino que también afecta negativamente a la economía de las explotaciones, ya que todo el proceso de mover a los animales por sanas y otros controles genera un estrés innecesario en el ganado. Además, indicó que estos problemas son particularmente evidentes para los animales provenientes de explotaciones oficialmente indemnes, ya que «una vez que entran en el circuito de cebo o sacrificio, el riesgo sanitario es nulo».

Controversias del Programa Nacional

El Programa Nacional establece que para el movimiento de reses hacia comunidades autónomas oficialmente libres de tuberculosis, siempre será necesaria la realización de pruebas previas. Si bien hay una posibilidad de excepción para las comunidades de destino, esta no se aplicará a ferias, mercados, centros de concentración ni cebaderos abiertos. Este es un punto de controversia que ASTRACE comparte con la organización agraria ASAJA, que ha levantado críticas similares.

Declaraciones de Sanidad Animal

Además, en un desarrollo reciente, la Junta de Castilla y León ha declarado a siete provincias de la comunidad como oficialmente libres de tuberculosis caprina, lo que significa que han mantenido una prevalencia inferior al 0,1% durante tres años consecutivos. Las provincias son León, Burgos, Palencia, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora, donde el 99,8% de los rebaños son clasificados como T3, lo que permite disminuir la frecuencia de pruebas a una vez cada dos años.

Conclusiones

Esta declaración es un paso significativo hacia la mejora de la sanidad animal, pero también plantea la necesidad de equilibrar las normas para evitar carga adicional en los ganaderos. El dilema entre la salud pública y la gestión ética del ganado sigue siendo un tema candente, y las voces de los tratantes y cebaderos claman por encontrar soluciones que no comprometan el bienestar animal mientras se erradique la tuberculosis. ¿Podrán encontrar un punto de acuerdo antes de que este conflicto se intensifique?