El inesperado fallecimiento de la influencer dominicana Carolar Acosta, conocida popularmente como ‘Killadamente’, ha dejado a sus seguidores en shock y ha suscitado un aluvión de controversias. Su familia ha puesto en marcha una campaña de recaudación de fondos que ha despertado una oleada de críticas en las redes sociales.

A solo 27 años, Acosta era una figura destacada en plataformas sociales, donde acumuló una considerable base de admiradores gracias a su personalidad auténtica y espontánea. Su hermana menor, Katyan Acosta, anunció la triste noticia de su muerte el sábado 4 de enero a través de un conmovedor post en Instagram.

A pesar de su popularidad, se reveló que Killadamente no contaba con ahorros, propiedades ni vehículos, lo que llevó a su familia a crear una campaña en GoFundMe para poder cubrir los gastos funerarios y apoyar a su madre, quien enfrenta serias dificultades financieras.

Sin embargo, esta solicitud de ayuda ha provocado una reacción negativa de varios usuarios en línea, quienes han critican a la familia por su situación económica y por pedir asistencia pública. Katyan, visiblemente afectada, se ha defendido de los comentarios despectivos, expresando su indignación y tristeza.

"Aún no entendemos cómo sucedió su muerte; sigue en la morgue. Hay quienes especulan que se atragantó y hacen videos al respecto", expresó con desconcierto. Además, destacó la falta de empatía hacia el dolor de su familia y cómo la desinformación puede agravar la situación.

La tragedia de Killadamente no solo resalta la vulnerabilidad de las personalidades en las redes sociales, sino también la complicada relación que se establece entre la fama y las realidades económicas. Su legado en las plataformas digitales perdurará, pero la comunidad debe aprender a ser más solidaria y respetuosa frente a la tragedia ajena. ¿Se podrán las redes sociales convertir en un espacio de empatía en vez de crítica? Solo el tiempo lo dirá.