
La Trágica Pérdida de Ricardo Pozzobon: El Geólogo que se 'Tragó' un Glaciar en Alaska
2025-09-08
Autor: Lucas
Una Última Comunicación que Dejó Huella
El martes pasado, la última comunicación que tuvo Francesco Sauro con su amigo Ricardo Pozzobon fue prometedora: 'Todo está bien aquí, hemos llegado y hay turistas', dijo el geólogo planetario. Sin embargo, la tragedia no tardó en llegar cuando Ricardo, de 40 años, se dispuso a llenar su cantimplora de agua en un arroyo del glaciar Mendenhall y fue inesperadamente tragado por el hielo.
Un Investigador Conocido y Respetado
Pozzobon, quien trabajaba para la Universidad de Pádova y colaboraba con el Programa de Becas de National Geographic, había salido de Italia con entusiasmo el 26 de agosto, con planes de regresar a casa con su familia. En vez de eso, su búsqueda científica lo llevó a un destino fatídico cuando cayó en un canal de agua de deshielo.
La Búsqueda que Se Volvió Arriesgada
Tras el accidente, las autoridades estadounidenses decidieron suspender la búsqueda de su cuerpo debido a los riesgos implicados. La comunidad científica y sus seres queridos quedaron devastados por la noticia, que se hizo pública a través de la Sociedad Geológica Italiana.
Un Legado de Contribuciones Científicas
Ricardo no solo deja atrás a su pareja Claudia y su hijo, sino también una valiosa herencia en el ámbito científico. Su trabajo para la Agencia Espacial Europea (ESA) fue notable; participó en el innovador proyecto de entrenamiento de astronautas Pangea. En palabras de su colega Matteo Massironi, Pozzobon descubrió 'tubos de lava', que son claves para entender tanto la Tierra como la Luna.
Cultivando la Memoria en Tiempos Difíciles
El comunicado de la Sociedad Geológica Italiana expresa la conmoción de la comunidad: 'Riccardo era un amigo querido, generoso y apasionado por su trabajo'. Para honrar su memoria, están buscando establecer un fondo de donaciones para apoyar a su familia en este momento de inmenso dolor. La historia de Ricardo Pozzobon es un recordatorio trágico de los riesgos de la exploración científica, pero también de la pasión que fenómeno impulsó su vida.