“Quiero hacerle el mayor daño posible a Daniel Urrutia.” Esta impactante frase fue capturada en un mensaje del abogado Luis Hermosilla a la suspendida jueza Verónica Sabaj en 2021, revelada por The Clinic en enero de este año. Ambos abogados, con un diálogo constante, compartían una clara animosidad hacia Urrutia, quien se enfrenta al embate judicial más desafiante de su carrera.

La estrategia de Hermosilla consistía en presentar una recusación para inhabilitar a Urrutia en un caso que involucró al expresidente Sebastián Piñera, acusado de violaciones a los derechos humanos durante el estallido social. Sabaj, a pesar de su evidente animadversión hacia Urrutia, votó a favor de la recusación, en lo que parecía ser un gesto de gratitud a Hermosilla por su apoyo en su ascenso al cargo judicial.

A raíz de estas revelaciones, Urrutia ha decidido lanzar una ofensiva legal, presentando una querella por prevaricación contra Sabaj y el juez Antonio Ulloa, así como por tráfico de influencias y cohecho contra Hermosilla. Esta acción ha reabierto el llamado caso Audio, que se investiga en dos frentes: uno liderado por la fiscal Ximena Chong para examinar las conductas de Sabaj, y otro que asume la fiscalía regional de O'Higgins a cargo de Aquiles Cubillos, centrado en Ulloa.

La situación se tornó más tensa cuando la oficina del ministro Ulloa fue allanada por la PDI, una acción que ha sacudido profundamente el Palacio de Tribunales. En este operativo, se requisaron un celular y una computadora de la oficina de Ulloa. También se realizaron diligencias similares en las casas del actual miembro del Tribunal Constitucional, Héctor Mery, y del exasesor presidencial, Andrés Sotomayor.

Este escándalo ha generado un ambiente de inquietud en el sistema judicial. Las acciones de Urrutia, apodado el “niño terrible del Poder Judicial”, están poniendo en jaque la estabilidad del tribunal de alzada santiaguino. Mientras tanto, el abogado de Urrutia, Carlos Quezada, se ha mantenido en el silencio respecto a la evolución de la investigación contra Sabaj, aludiendo a su carácter secreto.

Urrutia no es ajeno a las denuncias en su ámbito. En 2022, había presentado una querella contra 19 ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago y una ministra de la Corte Suprema por prevaricación, motivada por la revocación de una resolución suya sobre la libertad de varios imputados. Esto llevó a que se iniciara un sumario en su contra, acción que él calificó como una "caza de brujas".

El futuro de Urrutia en este complejo escenario judicial es incierto, pero sus acciones han comenzado a redefinir la dinámica del poder dentro del sistema judicial. La presión sobre las malas prácticas en el ascenso y las decisiones del Poder Judicial podrían estar cambiando con esta nueva arremetida. Como se dice en la calle, Urrutia está decidido a combatir con todo y no dejará a nadie fuera de su camino.