Ciencia

La Partícula de Dios: ¿El Fin del Universo a la Vista?

2024-09-23

El vasto universo que conocemos, que tiene alrededor de 13.700 millones de años, puede estar en peligro por una sola partícula: el bosón de Higgs, ampliamente conocido como 'la partícula de Dios'. Un reciente estudio del King's College London, liderado por el investigador Lucien Heurtier y publicado en la revista Physical Letters B, ha puesto de manifiesto que, a pesar de su aparente estabilidad, el universo es, en realidad, 'metaestable', lo que significa que su existencia podría cambiar drásticamente en un instante.

El bosón de Higgs es esencial para explicar cómo las partículas elementales adquieren masa. Sin esta masa, no existirían los átomos, lo que implica que la materia tal como la conocemos tampoco existiría, incluyendo a la humanidad. Heurtier aclara que esta partícula mantiene un campo fundamental que permite que las partículas interactúen entre sí de manera coherente a lo largo del cosmos.

Sin embargo, los científicos advierten que el campo de Higgs está sujeto a cambios que podrían restablecer su energía a un estado más bajo. Este fenómeno, descrito como una 'transición de fase', sería similar a cuando el agua se convierte en vapor, generando burbujas que alterarían radicalmente la masa de las partículas como electrones, protones y neutrones.

La gravedad de este proceso es tal que, si se desatara una burbuja de Higgs, el resultado sería devastador: toda la materia en la Tierra y en el universo tal como lo conocemos podría dejar de existir en un instante.

Afortunadamente, los estudios indican que este escenario apocalíptico podría ocurrir en unos miles de millones de años. Sin embargo, la incertidumbre permanece. Heurtier menciona que, si algún día estas partículas deben surgir como resultado de fuentes externas de energía, como campos gravitacionales extremos o plasma caliente, los riesgos aumentarían considerablemente.

Por tanto, una de las grandes preguntas que actualmente ocupan a la comunidad científica es por qué el Big Bang no provocó el colapso del universo en ese momento, lo que implicaría que el bosón de Higgs no se 'calentó' lo suficiente para desatar su potencial destructivo.

Además, existen teorías que sugieren la presencia de agujeros negros ligeros en el universo primitivo. En contraste con los agujeros negros normales, estos serían significativamente más pequeños y emitían radiación, generando un 'calor' que podría haber contribuido a estabilizar el campo de Higgs en sus inicios.

Con todo lo mencionado, la amenaza que representa el bosón de Higgs no es inmediata. Aun así, plantea inquietantes cuestiones sobre la fragilidad de nuestro universo. En resumen, nuestras vidas pueden depender de un delicado equilibrio sustancias subatómicas que, irónicamente, podrían ser la razón de nuestro final.