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¡La Pampicienta se Roba el Show! La Joven que Perdió un Zapato Invaluable en La Pampilla

2024-09-25

¿Qué ocurrió en la Pampilla de Coquimbo?

Korina Madariaga Arancibia, una joven madre de 22 años, ha capturado la atención de las redes sociales y se ha convertido en la sensación de las Fiestas Patrias, ganándose el apodo de "Pampicienta" o "Cenicienta de la Pampilla". Todo ocurrió la tarde del sábado 21 de septiembre, durante las celebraciones en la icónica Pampilla, donde la multitud se concentró para disfrutar de la música y la fiesta.

La historia dio un giro inesperado cuando Korina, mientras disfrutaba del espectáculo de Gondwana con su familia, se vio envuelta en un altercado. Un grupo de personas muy alteradas provocó el caos, lo que llevó a su padre a defender a la familia en medio de la confusión. "Mi papá reaccionó pegándole un combo a un tipo que zamarreó el coche de mi niña", contó Korina, quien luego se movió con su familia hacia otro sector.

En la batalla entre la diversión y la desdicha, Korina decidió retirarse los botines que llevaba. "Perdí la noción de las cosas por la adrenalina", dijo. Después de un rato, se dio cuenta de que uno de sus zapatos de tacón plataforma, que había comprado a través de Instagram por 30 mil pesos y aún no había terminado de pagar, había desaparecido.

La búsqueda de su zapato esa misma noche no tuvo éxito. Con el amanecer, un video se volvió viral en Facebook, donde un hombre mostró la bota perdida, escribiendo: "Princesa de la noche de La Pampilla, anoche a las 23:59, saliste corriendo y no volví a saber de ti".

A pesar de las críticas iniciales que recibió en Internet por perder su zapato, la empatía comenzó a crecer cuando Korina compartió su historia en redes sociales. "Al principio me criticaron, pero después empezaron a entender que perder una cosa en medio de la locura de una fiesta puede pasarle a cualquiera", expresó.

Este extraño giro de los acontecimientos ha llevado a Korina a convertirse en un símbolo de la celebración y el descontrol alegre. Ahora, su historia no solo es un recordatorio para no dejar los zapatos olvidados, sino también para disfrutar las fiestas con precaución y alegría.