Esta mañana, un grupo de autoridades se reunió en el Cesfam Raúl Silva Henríquez de Puente Alto para abordar la creciente crisis de seguridad que ha afectado a este centro de salud. En esta reunión, se acordó que un punto fijo de Carabineros se mantendrá de manera permanente, una respuesta directa a la alarmante situación de violencia, especialmente tras la reciente balacera ocurrida en Bajos de Mena, que dejó a la comunidad en un estado de temor.

La ministra de Salud, Carolina Tohá, el alcalde Germán Codina y el delegado Gonzalo Durán fueron algunas de las figuras presentes en la instancia. En su intervención, la ministra Tohá subrayó la importancia de esta medida, destacando que la seguridad de los trabajadores de la salud y pacientes es una prioridad.

Además de establecer el punto fijo, se discutió sobre el refuerzo de la presencia policial tanto en el Cesfam Raúl Silva Henríquez como en el Cesfam Karol Wojtyla. El objetivo principal es disuadir a aquellos que portan armas de fuego, garantizando un entorno más seguro para todos. Esto se suma a esfuerzos previos que se han realizado en conjunto con el municipio de Puente Alto para identificar zonas críticas que requieren más atención de las fuerzas del orden.

A pesar de los acuerdos alcanzados, no todos los participantes salieron completamente satisfechos de la reunión. Los funcionarios del Cesfam expresaron su preocupación sobre la efectividad de las medidas a largo plazo y el alcalde Codina enfatizó la necesidad de una estrategia más robusta para abordar la violencia en el área.

Para el próximo sábado, se prevé que las actividades en el centro de atención primaria retornen a la ‘normalidad’, aunque todos los ojos estarán puestos en cómo las nuevas medidas influirán en la seguridad general del sector. La comunidad permanece en alerta y espera que las autoridades actúen con firmeza para enfrentar esta crisis.