¡La Música Como Medicina! La Sorprendente Recuperación de Joni Mitchell y la Ciencia Detrás de las Melodías
2025-01-22
Autor: Martina
En 2015, el mundo se paralizó cuando la icónica cantautora Joni Mitchell sufrió un devastador derrame cerebral que amenazó con callar su voz única para siempre.
Al regresar del hospital, Mitchell se enfrentó a una dura realidad: no podía caminar ni hablar, y los médicos eran pesimistas sobre su recuperación.
Pero, como si se tratara de un cuento de hadas, su amigo Daniel Levitin, un renombrado músico y neurocientífico, estaba a punto de cambiarlo todo gracias al poder de la música, según reporta The Guardian Weekly.
Las enfermeras que atendían a Mitchell comenzaron a notar cómo su ánimo se elevaba al escuchar su música favorita. Esto llevó a sus cuidadores a buscar la ayuda de Levitin, quien ya había trabajado con ella años atrás, ayudándola a crear una lista de canciones que abarcaba desde Debussy hasta Marvin Gaye para un proyecto de Starbucks.
Este repertorio se convertiría en la base de un innovador programa de terapia musical diseñado específicamente para la artista.
Levitin enfatiza que la personalización es clave para que la música funcione como terapia. Asegura que al disfrutar de una melodía, los niveles de dopamina en el cerebro aumentan, lo que mejora la motivación y el bienestar emocional. Para Mitchell, estas melodías no solo le ofrecieron consuelo, sino que le ayudaron a reconectar con su identidad en un momento en que más lo necesitaba.
En una conmovedora pieza del tratamiento, Levitin incorporó canciones que tejían la historia personal de Mitchell, incluyendo el emocionante “River: The Joni Letters” de Herbie Hancock y la nostálgica “Our House”, escrita por su ex pareja Graham Nash. A través de estas melodías, Mitchell comenzó a redescubrir quién era y qué le importaba, un paso vital en su camino hacia la recuperación.
El viaje no fue fácil. Pero un año después del derrame, un conmovedor momento tuvo lugar cuando Mitchell logró caminar por sí sola hasta un armario para buscar un jarrón que le traía recuerdos de su hogar en Laurel Canyon. Este pequeño logro simbolizaba un profundo vínculo entre la música, la memoria y la identidad.
Daniel Levitin no solo es un profesional de la música; también es un pionero en el estudio de la neurociencia musical. Su trayectoria va desde la producción musical para leyendas como Carlos Santana hasta ser un académico respetado en neuropsicología.
En sus libros, como "This Is Your Brain on Music" y "Music As Medicine", explora cómo la música afecta el cerebro, desde la memoria hasta la coordinación motora.
Hoy, se respalda científicamente que la música tiene beneficios médicos tangibles, tales como aliviar dolores y mejorar la calidad de vida de personas con enfermedades crónicas.
Un área donde la música ha mostrado un impacto significativo es en el tratamiento del Parkinson. Levitin explica cómo ritmos melódicos ayudan a los pacientes a sincronizar sus movimientos, facilitando su marcha incluso después de semanas de terapia.
Además, se ha demostrado que escuchar música activa la producción de opiáceos endógenos, lo que actúa como un analgésico natural, permitiendo a los pacientes reducir sus dosis de medicación, minimizando así efectos secundarios no deseados.
La música tiene el poder de abrir puertas a recuerdos perdidos, incluso en individuos con demencia avanzada. Un caso impactante es el de Henry Dryer, un hombre en una residencia que recuperó fragmentos de su vida escuchando melodías de su juventud.
Levitin pone de relieve la capacidad curativa de la música, tanto para el cuerpo como para el alma, argumentando que puede capturar emociones sobre las que las palabras a menudo fallan.
Curiosamente, incluso las canciones melancólicas tienen su propia función terapéutica, ya que validan sentimientos de soledad y pérdida, liberando prolactina, una hormona que brinda consuelo.
La historia de Joni Mitchell es un vívido recordatorio de cómo la música puede servir como hilo conductor de identidad y recuperación. Para Levitin, este enfoque terapéutico se está convirtiendo en una herramienta clínica que reafirma la necesidad de mantener una conexión con el arte y las emociones humanas en una era cada vez más dominada por la tecnología.
La música no solo sana, sino que también une a las personas, y Joni Mitchell es un claro ejemplo de esto. ¡Nunca subestimes el poder de una melodía!