La vacunación en adultos es un aspecto esencial para fortalecer tanto la salud individual como la colectiva. A medida que envejecemos, el riesgo de contraer enfermedades graves y complicaciones aumenta, lo que hace imperativo implementar programas de vacunación a lo largo de la vida, según expertos en medicina.

Mauricio Rodríguez Álvarez, del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE), enfatiza que la vacunación refuerza el sistema inmunológico, previniendo infecciones que podrían deteriorar la calidad de vida. Además, reduce la necesidad de atención médica y hospitalizaciones, disminuyendo así la sobrecarga en los sistemas de salud.

Uno de los beneficios indirectos de la inmunización en adultos es la baja en la propagación de enfermedades, lo que protege especialmente a los grupos más vulnerables, incluyendo niños, ancianos y aquellos con sistemas inmunitarios comprometidos. Esto crea un círculo virtuoso que ayuda a minimizar el riesgo de brotes, lo que resulta en un acceso más equitativo a la atención preventiva.

Durante el Seminario de Vacunas, que promueve la prevención activa, se señaló que discutir este tema es clave para compartir evidencias científicas, aumentar la confianza en las vacunas y fomentar su cumplimiento. Rodríguez Álvarez destaca la importancia de proteger el bienestar individual y comunitario frente a enfermedades prevenibles.

Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director fundador del Instituto Nacional de Geriatría, complementa que la promoción de la vacunación es uno de los tres pilares del envejecimiento saludable, junto con una alimentación equilibrada y la actividad física regular. Alerta que en México, la población mayor de 60 años supera actualmente a los niños menores de cinco, y esta tendencia cambiará en los próximos años, lo que acentúa la necesidad de políticas de salud adecuadas.

Gutiérrez Robledo propone repensar la organización de los esquemas de vacunación, evaluar sinergias efectivas y determinar el momento adecuado para la administración de vacunas y refuerzos. Reconoce que hay vacíos significativos que deben abordarse de manera urgente.

Para combatir la resistencia hacia las vacunas, recomienda una comunicación efectiva entre los pacientes y los médicos. También aboga por un fondo de financiamiento permanente en México para asegurar la inclusión de vacunas en los programas de salud.

De acuerdo a datos del Anuario de Morbilidad en México, la incidencia de enfermedades prevenibles, como la influenza, es significativamente mayor en la población mayor de 65 años. La tasa de mortalidad es aún más alarmante, con cifras que indican que la neumonía es la principal causa infecciosa de muerte a nivel mundial. En 2016, la mitad de las muertes relacionadas con neumonía ocurrieron en personas mayores de 70 años, lo que subraya la necesidad urgente de mejorar las tasas de vacunación en este grupo.

La lucha contra la desconfianza en las vacunas y la falta de acceso debe ser una prioridad, pues una población vacunada no solo mejora la calidad de vida de los adultos, sino que también refuerza la salud pública en su conjunto.