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La impactante confesión de un francés que drogó a su esposa para que fuera víctima de decenas de hombres

2024-09-18

Dominique Pelicot, un hombre de 57 años, ha sido arrestado tras confesar haber violado repetidamente a su esposa, Gisèle, en un caso que ha estremecido a Francia. Durante años, Pelicot drogó a su pareja con ansiolíticos, permitiendo que otros hombres también abusaran de ella, mientras ella estaba inconsciente.

Este martes, en su declaración ante el Tribunal Penal de Vaucluse, Pelicot reveló que su conducta delictiva comenzó en 2011, cuando empezó a administrarle a su esposa medicamentos para facilitar sus actos. Él admitió que en determinadas ocasiones, incluso invitó a sus amigos a participar en estos abusos.

"Soy un violador, como todos los acusados en esta sala," manifestó, refiriéndose también a otros 49 hombres que se enfrentan a cargos similares en este juicio. Pelicot no mostró remordimiento al afirmar que él no forzaba a nadie, causando la indignación de las víctimas y sus familias, quienes señalan el impacto devastador de sus acciones.

En un desgarrador relato, mencionó que en una ocasión, mientras sus nietos estaban en casa, hay un episodio en el cual su esposa estuvo durmiendo todo el día bajo los efectos de las drogas. Esta declaración dejó claro el frío cálculo detrás de sus acciones.

Además, en el juicio también se presentó una evidencia inquietante: cientos de videos y fotos que Pelicot recopiló como archivo personal. Esta colección, que la Policía descubrió durante su arresto por otro delito en 2020, incluye imágenes de Gisèle y otros hombres. "A través de estos archivos, he podido identificar a quienes participaron," dijo, justificando su conducta bajo la grotesca lógica del placer y la seguridad incrustada en su retorcida visión de la sexualidad.

Cada revelación arroja luz sobre la cadena de abusos que Gisèle sufrió, la cual ha llevado a muchos a cuestionar cómo una persona puede destruir la vida de otra de tal manera. Pelicot fue explícito sobre su manipulación: "La única persona a la que manipulé fue a mi mujer," lo que generó un murmullo de asentimiento de horror entre los presentes, incluyendo a su hija Caroline, quien también se sintió amenazada tras conocer la existencia de fotografías de ella que Pelicot poseía.

Este impactante caso ha suscitado un debate más amplio sobre la violencia de género en Francia, una nación que ha visto un aumento en los casos de agresiones sexuales pero también un movimiento hacia la justicia y el apoyo a las víctimas. El juicio no solo trata sobre la culpabilidad de Pelicot, sino sobre el sistema que ha fallado a Gisèle y muchas otras en su lucha por el reconocimiento y la protección.

Así, mientras Dominique Pelicot se enfrenta a la posibilidad de pasar décadas en prisión, la pregunta queda en el aire: ¿Qué más se necesitará para que se tomen medidas más contundentes contra la violencia de género y el abuso sexual en la sociedad actual?