La Universidad de Harvard ha lanzado un estudio revolucionario que explora cómo la gratitud puede tener un impacto profundo en nuestra salud, felicidad y longevidad.

Este prestigioso centro de investigación frecuentemente publica hallazgos relevantes que analizan diversos temas, desde la salud hasta la psicología, con el objetivo de empoderar al público mediante el conocimiento.

¿Qué reveló Harvard sobre la gratitud y su efecto en la salud?

En su más reciente estudio, los investigadores de Harvard han profundizado en el papel fundamental de la gratitud en la vida diaria. Este estudio destaca efectos positivos inesperados de la gratitud, como una mayor satisfacción emocional, mejoras en la calidad del sueño, y una reducción en el riesgo de depresión y enfermedades cardiovasculares.

La investigación, que se basa en datos del Estudio de Salud de Enfermeras de largo plazo, descubrió que ser una persona agradecida podría extender la vida. VanderWeele, coautor del estudio, comentó: "A pesar de que la gratitud ha sido ampliamente estudiada en el contexto del bienestar, no encontramos estudios previos que examinaran su relación con la mortalidad. Esto fue sorprendente para nosotros".

Publicada en julio de 2024 en la reconocida revista JAMA Psychiatry, la investigación analizó información de 49,275 mujeres, con una edad promedio de 79 años, que previamente completaron un cuestionario sobre gratitud en 2016. Las preguntas del cuestionario evaluaban el nivel de gratitud de las participantes a través de afirmaciones como: "Tengo tantas cosas en la vida por las que estar agradecida".

Tras un seguimiento de cuatro años, los investigadores examinaron los historiales médicos de los participantes para ver quiénes habían fallecido. Un total de 4,608 mujeres murieron debido a diversas causas como enfermedades cardiovasculares y cáncer.

Los datos revelan que las mujeres que se encontraban en el tercio superior de gratitud presentan un riesgo de muerte un 9% menor en comparación con aquellas en el tercio inferior en el transcurso de esos cuatro años. Este efecto se mantuvo constante incluso después de ajustar variables como salud física y condiciones económicas.

VanderWeele expresó que la reducción en el riesgo de mortalidad, aunque no es masiva, es significativa, destacando que la gratitud es una práctica que cualquier persona puede incorporar en su vida diaria.

El estudio también indica que, aunque no se pudo determinar exactamente por qué la gratitud se asocia con una mayor longevidad, varios factores pueden contribuir. Por ejemplo, la gratitud puede aumentar el bienestar general y motivar a las personas a cuidar mejor de su salud, como asistir a chequeos médicos o hacer ejercicio regularmente. Además, fomenta conexiones sociales y relaciones más fuertes, las cuales son cruciales para nuestra salud psicológica.

Con estos hallazgos, queda claro que cultivar un espíritu de gratitud puede tener un impacto tangible y duradero en nuestras vidas, no solo en términos de felicidad, sino también en nuestra salud y longevidad. ¿Estás listo para empezar a practicar la gratitud en tu vida diaria? ¡Tu salud podría depender de ello!