Luis Jiménez, exfutbolista y figura pública, compartió su profunda tristeza en una reciente entrevista con TNT Sports, donde se sinceró sobre su vida personal: "Hoy no soy feliz. Me separé después de 18 años, ya no vivo con mis hijos y es complicado". Esta emotiva declaración marca uno de los momentos más difíciles en su vida, específicamente el final de su relación con Coté López.

Un amor que perduró a través de los años

La historia de amor entre Luis Jiménez y Coté López comenzó en 2006, cuando él, entonces futbolista, se comunicó con la joven de 17 años durante su tiempo con la Selección Nacional. "Él me llamó por teléfono cuando estaba con la selección y así tenía que venir de vacaciones. Así que cuando llegó a Chile nos juntamos y fuimos al cine. Esa fue nuestra primera cita de amor", compartió Coté en su cuenta de Instagram, rememorando su encantador inicio.

A pesar de los años de felicidad, su relación enfrentó importantes desafíos. En 2007, las redes explotaron con una controversia cuando Mauricio Pinilla hizo pública una supuesta infidelidad de Coté. Sin embargo, el amor y el compromiso de la pareja fueron más fuertes que los rumores, y decidieron seguir adelante juntos. Con el tiempo, ampliaron su familia con la llegada de sus trillizas Isidora, Rebeca y Rafaela, quienes hoy tienen 13 años, seguidas de su hijo Jesús en 2016.

Después de 12 años de matrimonio civil, la pareja renovó sus votos en una emotiva ceremonia religiosa en 2018, celebrada en la Iglesia de los Santos Ángeles Custodios, rodeados de más de 150 seres queridos, lo que parecía sellar su compromiso ante el mundo. Sin embargo, la inesperada noticia de su separación llegó a través de un comunicado conjunto, donde afirmaron que la decisión se tomó "de común acuerdo", dejando a muchos de sus seguidores en shock.

Un nuevo capítulo en la vida de Luis

Ahora, con el eco de su separación, Luis Jiménez se enfrenta a una nueva etapa en su vida, buscando redescubrir la felicidad y la cercanía con sus hijos. Mientras tanto, Coté López también ha tomado un tiempo a solas para reflexionar y enfocarse en su bienestar. Ambos se esfuerzan por mantener una relación cordial por el bien de sus pequeños, un testimonio de que, a pesar de las dificultades, siempre hay espacio para el amor y el respeto, incluso en la separación.