Juvenal Olmos, exseleccionado chileno y actual comentarista deportivo, ha estado reflexionando sobre la ausencia de Clavito Godoy en los grandes equipos del fútbol chileno tras la muerte del destacado entrenador. En una emotiva conversación con El Deportivo, Olmos compartió recuerdos nostálgicos de su tiempo con Godoy y profundizó en las razones que podrían explicar por qué nunca tuvo la oportunidad de dirigir a un club de renombre.

A pesar del talento y la capacidad táctica que Clavito poseía, Olmos señala que el fútbol no siempre funciona de manera lógica. "Existen múltiples factores que intervienen en la posibilidad de que un entrenador llegue a un equipo grande. No solo se necesita habilidad, sino a veces un poco de suerte, y un momento adecuado en la carrera", explicó Olmos.

El exentrenador también destacó que Godoy, conocido por su visión táctica, era particularmente hábil en la lectura del juego. Sin embargo, su personalidad confrontacional pudo haberle costado oportunidades. "Clavito siempre fue directo y dijo las cosas como eran, lo que a veces lo alejaba de los equipos grandes. Defendía las causas que consideraba justas, pero eso puede ser un arma de doble filo en el competitivo mundo del fútbol", reflexionó Olmos.

Para ilustrar este punto, Juvenal comparó a Clavito con Don Quijote, defendiendo ideales a pesar de las adversidades. "Era un idealista que siempre buscaba el bienestar del fútbol chileno. Su pasión por el deporte lo llevó incluso a estar presente en un viaje a Arica para ver a sus antiguos jugadores, un gesto que muestra su carácter cariñoso y comprometido".

A pesar de que Godoy nunca dirigió a un equipo grande, la influencia que tuvo en los jugadores que lo rodearon fue significativa. Olmos recordó cómo, durante un viaje a Croix, formó un equipo con futuros grandes del fútbol chileno. "Aquella delegación, con figuras como el Pato Mardones y Carlos Morales, culminó en un campeonato, con Clavito animándonos a dar lo mejor de nosotros desde la línea de banda".

Olmos también resaltó que Godoy fue un técnico cautivador que marcó una época importante en el fútbol chileno, caracterizada por un estilo aguerrido y disciplinado. Siempre con una metodología clara y sencilla, lograba que sus jugadores entendieran su rol en el campo de juego sin complicaciones.

Al final de su carrera, Olmos tuvo la suerte de contar con los consejos de Clavito Godoy cuando fue técnico de la selección chilena. "Contaba con su apoyo y el del Negro Sulantay, ambos eran tácticamente excepcionales y siempre aportaban perspectivas valiosas", concluyó.

El legado de Clavito Godoy perdura en la memoria de quienes compartieron con él, demostrando que a veces, la pasión y dedicación en el fútbol no siempre se traducen en oportunidades directivas, pero sí dejan huellas imborrables.