La deportación del ex miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), Pablo Muñoz Hoffman, fue interrumpida anoche por un recurso judicial tras su arresto en La Paz, Bolivia. La Policía Boliviana había decidido deportarlo luego de recibir un aviso del Consulado General de Chile sobre su presencia sospechosa en las inmediaciones del consulado. Muñoz Hoffman, que tiene una notificación roja en el sistema de Interpol, es conocido por ser uno de los protagonistas de la famosa fuga de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago el 30 de diciembre de 1996, evento que marcó un hito en la historia chilena.

Fuentes confiables informaron que el vehículo policial que transportaba a Muñoz hacia el Complejo Fronterizo Chungará se vio obligado a regresar a La Paz debido a la interrupción legal. Un juez determinó que en vez de proceder con la deportación, se debía considerar un proceso de extradición en virtud de que sus delitos iniciales estarían ya prescritos, salvo el caso del escape.

Como consecuencia de esto, la Policía de Investigaciones (PDI) había empezado a movilizar equipo de Interpol desde Santiago hacia Arica, para coordinar el proceso en la frontera boliviana, que se encuentra a 4.200 metros sobre el nivel del mar. El equipo de Interpol se encuentra en Chungará a la espera de instrucciones de sus superiores.

Muñoz Hoffman admitió en su primera declaración que no ingresó a Bolivia de manera legal, pero no ofreció más detalles sobre las razones de su estancia en el país vecino. Él es el último de los cuatro frentistas involucrados en la famosa Operación Vuelo de Justicia o "la fuga del siglo" que aún permanecía en paradero desconocido.

Dentro de la historia de los frentistas, se destaca su participación en una organización que luchó activamente contra la dictadura de Augusto Pinochet mediante tácticas de resistencia armada. Su fuga de la prisión fue tan cinematográfica que se convirtió en objeto de interés mediático. Los cuatro frentistas utilizaron un helicóptero para realizar una huida espectacular, amarrándose y suspendiéndose de una cuerda, logrando esquivar una de las seguridades más estrictas de Chile, lo que les llevó a convertirse en fugitivos más buscados del país.

Tras la fuga, Ricardo Palma Salamanca vivió en México utilizando una identidad falsa durante más de dos décadas; sin embargo, en 2017 fue localizado, lo que dio lugar a su traslado a Francia. Un conflicto legal entre el gobierno chileno y el sistema judicial francés culminó en 2019 con su liberación total, cerrando así el capítulo de uno de los casos más resonantes del Chile contemporáneo.