Aproximadamente el 2% de la población occidental lidia con alguna discapacidad ocasionada por una lesión cerebral. Alarmantemente, se estima que entre 27 y 69 millones de nuevos casos de lesiones cerebrales ocurren anualmente en todo el mundo, y su desarrollo a menudo es impredecible. Estas lesiones pueden desencadenar interacciones complejas entre diferentes tipos de células cerebrales, que, en algunos casos, facilitan la reparación del daño. Sin embargo, existen también vías de comunicación entre las células que generan efectos adversos y podrían inducir enfermedades crónicas que actualmente carecen de tratamiento efectivo.

Un equipo de investigación liderado por Christa Rhiner, del Champalimaud Centre for the Unknown en Portugal, en colaboración con Juan Manuel Encinas Pérez del Achucarro Basque Center for Neuroscience, se embarca en una emocionante misión para entender los mensajes intercambiados entre las células cerebrales. El objetivo es estimular la reparación y restauración de las células dañadas luego de una lesión.

Dado que el cerebro de los mamíferos es extremadamente complejo, los científicos están adoptando un innovador enfoque utilizando un modelo de mosca de la fruta, que simula las condiciones de daño cerebral. La razón detrás de esta elección es la capacidad de la mosca para facilitar el estudio de los genes y las interacciones celulares que promueven la regeneración. "Las avanzadas herramientas genéticas disponibles para la mosca de la fruta, junto con su cerebro ya completamente mapeado, nos permitirán identificar los circuitos de comunicación y las moléculas que responden a señales en otras células, así como los ajustes necesarios en las células para activar los programas de reparación", explica Rhiner. Tras la identificación de estos mecanismos, el equipo planea usar ratones para profundizar en su investigación.

Los resultados de este estudio podrían revolucionar nuestro entendimiento sobre los mecanismos pro-regenerativos y abrir la puerta a nuevas terapias. ¡Imagina un mundo donde podamos estimular la plasticidad cerebral no solo para enfrentar enfermedades neurodegenerativas, sino también en el contexto del envejecimiento cerebral! La idea de que la medicina pueda permitir la recuperación y mejora de la función cerebral está más cerca de hacerse realidad, y el futuro de la neurociencia parece prometedor.