¡Increíble! Los animales se emborrachan con más frecuencia de lo que pensamos
2024-11-08
Autor: Emilia
El aprecio por el alcohol no es exclusivo de los humanos; sorprendentemente, el consumo de etanol a través de frutas fermentadas es una práctica común en muchos animales salvajes, y puede ofrecerles varios beneficios, incluyendo una importante fuente de calorías para su energía diaria.
Un reciente estudio realizado por investigadores de diversas universidades ha revelado que el etanol se encuentra de manera natural en casi todos los ecosistemas. Esta investigación, publicada en la prestigiosa revista *Trends in Ecology and Evolution*, sugiere que la mayoría de los animales que consumen frutas y néctar tienen una exposición habitual a este componente alcohólico.
Las escenas de animales salvajes actuando de manera “borracha” tras ingerir frutas fermentadas son más comunes de lo que se podría pensar. Hasta ahora, los científicos creían que tales actos eran raros y ocasionales, pero este nuevo estudio desafía esa creencia al indicar que el consumo de etanol por los animales puede ser bastante habitual.
La investigadora principal, Kimberley Hockings, de la Universidad de Exeter, ha señalado que el etanol es más prevalente en la naturaleza de lo que antes se pensaba. “La mayoría de los animales que consumen frutas azucaradas están expuestos a algún nivel de etanol”, comentó, resaltando su impacto en la dieta de muchas especies.
El etanol ha estado presente en nuestro planeta desde hace aproximadamente 100 millones de años, coincidiendo con el surgimiento de plantas con flores que producen néctar y frutos que las levaduras pueden fermentar. Hoy en día, esta sustancia se encuentra en todos los ecosistemas, siendo más abundante en climas tropicales húmedos.
Además, se descubrió que los animales ya poseían genes para degradar el etanol antes de la producción masiva por parte de las levaduras. Sin embargo, la evolución ha mejorado esta habilidad en mamíferos y aves que consumen frutas, siendo notablemente efectivas en primates y musarañas.
Los investigadores también sugieren que, desde un punto de vista ecológico, es perjudicial para un animal estar ebrio mientras intenta escapar de depredadores o trepar árboles. “A diferencia de los humanos, que buscan la intoxicación, los animales están más interesados en obtener calorías sin los efectos de la embriaguez”, explica Matthew Carrigan, del College of Central Florida.
El consumo de etanol no solo proporciona energía; los compuestos aromáticos generados durante la fermentación pueden orientar a los animales hacia fuentes de alimento. Además, los beneficios medicinales son significativos. Por ejemplo, las moscas de la fruta intencionalmente depositan sus huevos en sustancias que contienen etanol, ya que esto protege sus crías de parásitos, y se ha observado que las larvas aumentan su ingesta de etanol al ser parasitadas por avispas.
Este descubrimiento sobre el consumo de etanol entre animales pone de relieve la complejidad de sus interacciones con su medio ambiente y extendiendo nuestra comprensión sobre la ecología animal.