Este lunes, Donald Trump asumió su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, una ceremonia cargada de simbolismo y emoción, marcada por la presencia de su familia y una notable ola de frío polar que sacudió el país. Trump se convirtió en el 47º presidente en una ceremonia histórica en el Capitolio, que no se había realizado en este lugar en décadas.

La primera dama, Melania Trump, destacó por su elegancia y sobriedad en el evento. Vestida por el diseñador estadounidense Adam Lippes, Melania lucía un abrigo azul marino personalizado, que combinaba a la perfección con un vestido debajo que consistía en una falda tubo de lana de seda y una blusa de crepé color marfil. La confección de su atuendo fue un trabajo meticuloso a cargo de los mejores artesanos de Nueva York, según indicó Lippes en un comunicado, expresando su orgullo de exhibir tal trabajo en una ocasión tan significativa.

Una de las curiosidades más comentadas de la jornada fue el sombrero diseñado por Eric Javits, un accesoria que atrajo todas las miradas y que, irónicamente, interfirió en un momento íntimo entre Trump y Melania. En un intento por besarla en la mejilla durante la ceremonia, el sombrero le impidió lograr ese gesto afectuoso, generando una oleada de memes en redes sociales sobre el "no beso". Este sombrero de estilo telescópico, de un azul marino a juego con el abrigo de Melania y con una franja blanca que armonizaba con la blusa, se robó el protagonismo tanto como la propia investidura.

El diseñador del sombrero, Eric Javits, es conocido por su habilidad en crear piezas que combinan funcionalidad y estilo elevado. Curiosamente, Javits es también el ex novio de Di Mondo, el socialité chileno que dejó a muchos desconcertados tras publicar en sus redes sociales una foto del proceso de creación de este icónico sombrero.

Cabe destacar que el sombrero de Javits tiene un diseño que recuerda a un sombrero que Melania usó hace seis años durante un viaje oficial a Reino Unido, donde posó junto a la difunta reina Isabel II. Eso demuestra que su estilo ha sido una constante fuente de inspiración y conversación en el ámbito de la moda. Sin duda, el evento se recordará por más que solo una ceremonia; la interacción entre Donald y Melania, marcada por el inusual accesorio, dejó su huella.