Un reciente escándalo ha sacudido al gobierno chileno. La denunciante que ha acusado al exjefe de gabinete del actual subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, de violación, firmó un contrato que mejoraba sus condiciones laborales justo un día después de presentar su denuncia. Este documento, que ya está en manos del Ministerio Público, ha generado más preguntas que respuestas y pone en tela de juicio la ética y judicialidad de los procesos en el gobierno.

El 14 de octubre de 2024 fue el día clave en el caso Monsalve. En esa jornada, una funcionaria se presentó en la Fiscalía para denunciar al exjefe de gabinete por el delito de violación, rememorando los hechos que se habrían producido en un almuerzo en el restaurante Ají Seco Místico, en el centro de Santiago, dos semanas antes. La mujer relató que su primer encuentro con Monsalve fue el 1 de septiembre de ese año, donde habría ocurrido un beso que posteriormente se tornó en una relación laboral condicionada a cambios en su trabajo y un incremento salarial del 21%.

Días después de su declaración, la mujer firmeó un nuevo contrato que consolidaba este aumento salarial. En un correo enviado desde el departamento de Desarrollo y Gestión de Personas de Interior, se especificaba que el convenio era para regular las nuevas condiciones laborales de la denunciante, lo que plantea serias dudas sobre las motivaciones detrás de su firma.

Uno de los aspectos más inquietantes es que en el documento enviado a la Fiscalía también se detallaba que el contrato mejoraría su salario de 2,5 millones a 3,2 millones de pesos. Sin embargo, este aumento se firmó paralelo a una situación de acoso sexual que había denunciado, lo que genera la polémica sobre si hay alguna presión implicada o si se trata de un intento de silenciar la denuncia.

Claudia Hernández, jefa del Departamento de Desarrollo y Gestión de Personas de Interior, comentó que la funcionaria había estado de licencia médica por complicaciones de salud antes de la firma del contrato, lo que añade otra capa de complejidad al asunto. La denuncia fue presentada el mismo día en que se le enviaron nuevas condiciones laborales, lo que muchos consideran una falta de ética del sistema.

Además, se ha difundido que funcionarios de la Subsecretaría del Interior están siendo citados para dar respuestas ante la Comisión Especial Investigadora de la Cámara de Diputados sobre este caso, lo que abre un debate sobre la integridad de las instituciones gubernamentales. Mientras tanto, la denunciante continúa bajo tratamiento médico, lo que complica aún más su situación.

La intriga sobre cómo se gestionaron estos cambios laborales mientras se lanzaban acusaciones graves puede tener repercusiones inesperadas en la carrera de Monsalve y en la percepción pública sobre el manejo de las denuncias de abusos en el gobierno. ¿Qué otras verdades están ocultas en este escándalo? ¡Permanece alerta ante los próximos desarrollos!