Un nuevo y asombroso hallazgo geológico en Marte ha encendido la curiosidad de la comunidad científica. El rover Perseverance de la NASA, que explora el cráter Jezero en busca de indicios de vida microbiana pasada, se encontró recientemente con una extraña roca denominada “Bahía de San Pablo”, que presenta una textura poco común.

En esta roca se pueden observar cientos de pequeñas esferas de color gris oscuro en su superficie, algunas de las cuales tienen diminutos orificios, mientras que otras parecen alargadas o fracturadas, como si fuesen burbujas a punto de explotar, según informa nuestra fuente asociada DW.

El descubrimiento se llevó a cabo el 11 de marzo, cuando el rover exploraba Broom Point, en las laderas de Witch Hazel Hill, una elevación rocoso de más de 101 metros en el borde del cráter Jezero. Este cráter es un antiguo lecho lacustre que el Perseverance ha estado investigando desde 2021, como reportan Space.com y la NASA.

“¿Qué fenómeno geológico podría haber dado origen a estas extrañas formas?”, se preguntan los científicos en un comunicado oficial de la agencia espacial estadounidense.

Interesantemente, no es la primera vez que se encuentran formaciones esféricas en Marte. En 2004, el rover Opportunity descubrió los famosos “arándanos marcianos” en Meridiani Planum, mientras que el Curiosity encontró estructuras similares en las rocas de Yellowknife Bay, dentro del cráter Gale. El propio Perseverance ya había observado texturas parecidas a palomitas de maíz en otras rocas sedimentarias en Neretva Vallis.

Teorías geológicas: agua, volcanes o impactos meteoríticos

Lo intrigante de este hallazgo es que su origen es un enigma que podría abordarse desde diversas perspectivas. Los científicos han planteado varias teorías: podría ser el resultado de agua subterránea fluyendo a través de los poros de las rocas, como se ha interpretado en otros casos en Marte. Sin embargo, también es plausible que se haya formado por procesos volcánicos, como el enfriamiento rápido de gotas de roca fundida durante explosiones volcánicas, o incluso por impactos meteoríticos que provocaron la condensación de rocas vaporizadas.

La investigación se complica aún más porque la “Bahía de San Pablo” es lo que los geólogos llaman una “roca flotante”, es decir, que no se encuentra en su ubicación geológica original. El equipo de Perseverance está trabajando para relacionar esta roca con las capas estratigráficas de Witch Hazel Hill, buscando pistas que ayuden a determinar su origen y el proceso formativo detrás de estas esferas.

El futuro de las muestras marcianas y su implicación en la búsqueda de vida

Este descubrimiento es parte de una misión más amplia, ya que el Perseverance ha recolectado diversas muestras, algunas de las cuales presentan características curiosas como manchas similares a las de un leopardo y estructuras similares a semillas de amapola que podrían indicar actividad microbiana antigua. Estas muestras están almacenadas en 30 tubos del tamaño de un puro, a la espera de ser recuperadas por la futura misión Mars Sample Return de la NASA.

A principios de este año, el exadministrador de la NASA Bill Nelson anunció que la agencia está considerando dos planes alternativos para la misión de retorno de muestras. Cada plan requiere una asignación del Congreso de 300 millones de dólares para iniciar el lanzamiento en 2030, con un retorno previsto de las muestras entre 2035 y 2039.

La comprensión del origen de estas formaciones esféricas no solo podría revelar información crucial sobre la historia geológica del cráter Jezero, sino también contribuir al conocimiento general sobre Marte. Cada roca peculiar que Perseverance analiza nos acerca un paso más a responder la gran pregunta: ¿existió vida en el planeta rojo? El tiempo y las nuevas investigaciones lo dirán.