
¡Increíble! Descubren cómo los neutrófilos refuerzan nuestra piel con ‘escudos’ invisibles
2025-03-21
Autor: Camila
El sistema inmune es el guardián del cuerpo contra infecciones y enfermedades, empleando células y moléculas altamente especializadas. Un tipo crucial de estas células son los neutrófilos, conocidos como glóbulos blancos que responden con rapidez para eliminar patógenos a través de la fagocitosis, además de liberar compuestos que neutralizan amenazas y previenen infecciones.
Recientes investigaciones llevadas a cabo por un equipo internacional de científicos provenientes de España, Alemania, Estados Unidos, Singapur y China han revelado un sorprendente hallazgo. Los neutrófilos no solo son guerreros que combaten infecciones, sino que también desempeñan un papel estructural fundamental en la piel. Este estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature, podría transformar nuestra comprensión sobre el tratamiento de enfermedades inflamatorias, problemas de cicatrización, e incluso ciertos tipos de cáncer, según explicó Andrés Hidalgo, el principal autor del estudio y científico español.
El trabajo fue dirigido por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en España y destaca que los neutrófilos son vitales en la defensa del organismo. Estos células inmunitarias actúan contra invasores mediante técnicas de fagocitosis y la formación de trampas extracelulares, y su concentración en la sangre es un indicador de una respuesta inmune activa.
El doctor Hidalgo, actualmente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, constató que "el papel de los neutrófilos no se limita a la piel; también están presentes en otros tejidos de barrera, como el pulmón y el intestino, lo que sugiere su importancia en diversas patologías". Su investigación muestra que los neutrófilos influyen significativamente en la producción de colágeno y en la organización de las fibras de esta proteína fundamental para la piel.
La matriz extracelular generada por estos neutrófilos actúa como una barrera protectora. Sin embargo, cuando la cantidad de neutrófilos se reduce, la piel pierde su fortaleza y se vuelve más vulnerable a infecciones por microorganismos y toxinas. Para investigar esta función, los científicos utilizaron técnicas avanzadas, como microscopía electrónica y análisis molecular, en la piel de ratones.
Los resultados fueron asombrosos: los neutrófilos forman anillos de matriz extracelular alrededor de las heridas, lo que constituye una defensa efectiva contra bacterias y toxinas. En experimentos, se expusieron heridas a la bacteria Staphylococcus aureus, que provoca infecciones, y se observó que, sin estos anillos, la penetración de la bacteria era mucho más fácil.
Además, el estudio demostró que una proteína llamada TGF-β, que regula la reparación de tejidos, está implicada en la producción de matriz extracelular por parte de los neutrófilos. Al eliminar su receptor en ratones, se observó que la piel perdía firmeza y se volvía más frágil, con fibras de colágeno más delgadas y dispersas.
Es fascinante que, a pesar de estos cambios estructurales, los neutrófilos conservaron su capacidad de eliminar microbios, demostrando que su función en la estructura cutánea es distinta de su papel en la respuesta inmune habitual.
Los investigadores también analizaron muestras de neutrófilos humanos en tejidos obtenidos de hospitales en Shanghái, China, utilizando técnicas de inmunofluorescencia para identificar el colágeno tipo III, esencial para mantener la elasticidad y resistencia de la piel. Aunque el estudio se realizó únicamente en células extraídas, los resultados sugieren que los neutrófilos humanos tienen una función estructural similar a la de sus contrapartes en ratones.
Este sorprendente hallazgo abre nuevas puertas hacia la investigación sobre enfermedades en las que la matriz extracelular está alterada, como patologías inflamatorias, diabetes y procesos de envejecimiento.
Hidalgo comentó: "Tenemos la posibilidad de traducir este descubrimiento a aplicaciones prácticas en salud, especialmente en condiciones como enfermedades fibróticas o cáncer". Los resultados plantean que fortalecer la barrera cutánea podría ser una estrategia efectiva, especialmente en poblaciones vulnerables como los ancianos o diabéticos, quienes tienden a tener una piel más frágil.
Increíblemente, los investigadores también encontraron que la actividad de los neutrófilos sigue un ritmo circadiano, siendo más activos durante la noche, lo que sugiere que los ritmos biológicos juegan un papel en la resiliencia y capacidad de reparación de los tejidos.
Este estudio, que contó con financiamiento de importantes institutos como la Fundación 'la Caixa' y los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE. UU., podría alentar a futuros tratamientos que fortalezcan nuestra piel de formas que nunca antes habíamos imaginado.