Llegar a los 100 años de vida y, además, disfrutar de buena salud puede parecer un desafío inmenso. Sin embargo, cada vez son más las personas que logran esta asombrosa hazaña y, en muchos casos, siguen activos durante años más.

Recientes investigaciones han revelado que aquellos que alcanzan esta longevidad tienden a compartir ciertos rasgos de personalidad que pueden ser clave para vivir una vida prolongada y satisfactoria.

A pesar de que la esperanza de vida promedio ha ido disminuyendo en varias partes del mundo –por ejemplo, en Colombia es de 74 años–, del 1990 al 2021, el número de centenarios ha aumentado de 92,000 a 621,000, según información de la División de Población de la ONU. Este notable incremento ha generado un creciente interés en el ámbito científico por descubrir cuáles son los secretos detrás de esta longevidad.

Más allá de la genética o un estilo de vida saludable, varios estudios sugieren que los factores psicológicos juegan un papel fundamental en esta búsqueda de una vida más larga. Según Montserrat Lacalle, psicóloga y experta en el envejecimiento, la falta de estrés y ansiedad, así como un enfoque optimista de la vida, son claves en la longevidad. Las personas que viven acompañadas, ya sea en pareja o en una red familiar y social sólida, tienden a evitar el aislamiento, lo que también impacta de manera positiva su duración de vida. Además, la investigación sugiere que las personas menos impulsivas tienden a vivir más años.

María Dolores Merino, psicóloga de la Universidad Complutense de Madrid, destaca que los componentes psicológicos son esenciales para entender la duración de la vida. En su estudio publicado en 'The Journal of Happiness Studies', analiza los recursos psicológicos que han sido significativos para las personas que han superado los 100 años. Entre las variables más comunes, se encuentran:

1. Vitalidad:

Una actitud activa y saludable hacia la vida.

2. Sociabilidad:

Mantener relaciones interpersonales fuertes y significativas.

3. Resiliencia:

La capacidad de recuperarse de las adversidades.

4. Independencia:

Habilidad para tomar decisiones y actuar de manera autónoma.

5. Ganas de aprender:

Mantener la curiosidad y el deseo de adquirir nuevos conocimientos.

Estos hallazgos sugieren que no solo la genética o un estilo de vida saludable son determinantes en la longevidad, sino que también los rasgos psicológicos pueden influir de manera significativa. Si deseas descubrir más sobre cómo puedes incorporar estos rasgos en tu vida diaria y aumentar tus posibilidades de alcanzar una vejez saludable, ¡no te pierdas nuestros próximos artículos!