La miniaturización de la tecnología está alcanzando niveles que prometen ser increíblemente útiles en un futuro cercano.

En la Universidad Tecnológica de Nanyang, específicamente en la Escuela de Ingeniería Aeroespacial y Mecánica, se ha desarrollado un dispositivo innovador que podría cambiar para siempre la forma en que tratamos las enfermedades. Hablamos de un robot tan diminuto, que es capaz de ser introducido en el organismo humano para ayudar a combatir diversas dolencias.

Este robot blando, creado en un área de la robótica donde los materiales son flexibles, tiene un tamaño comparable al de un grano de arroz y su función principal es transportar medicamentos a las zonas del cuerpo donde más se necesitan. Según un artículo publicado en la revista científica Advanced Materials, este robot puede ser controlado mediante campos magnéticos, permitiéndole rodar, trepar o arrastrarse en entornos que serían difíciles de alcanzar para otros tipos de tecnología.

Lum Guo Zhan, el autor principal del estudio, destacó que ‘la capacidad de dispensación de medicamentos en este tipo de robots es sin precedentes, ya que la mayoría de los robots miniatura existentes solo pueden transportar un tipo de fármaco’. A diferencia de ellos, el robot desarrollado en Nanyang puede ajustar la secuencia y la dosis de los medicamentos que libera, lo que representa un avance significativo en el ámbito de la medicina personalizada.

A medida que el mundo avanza hacia nuevas fronteras en la medicina, este tipo de tecnología podría convertirse en una herramienta crucial. Imaginen un robot que, mediante un solo dispositivo, pueda administrar dosis específicas de múltiples medicamentos a lo largo del cuerpo humano, todo de manera no invasiva. ¡Estamos hablando de un futuro que parece sacado de una película de ciencia ficción! De hecho, los investigadores han mencionado que la inspiración para su creación vino del clásico de 1966, 'Viaje alucinante'.

El robot está hecho de micropartículas magnéticas y polímeros, lo que garantiza no solo su eficacia en la entrega de sustancias, sino también su biocompatibilidad. Hasta ahora, en las fases iniciales de experimentación, ha logrado navegar a través de ambientes viscosos que simulan el interior del cuerpo humano, con velocidades de hasta 0,30 a 16,5 milímetros por segundo y la capacidad de liberar su carga durante un total de 8 horas.

Lum Guo Zhan ha compartido su visión optimista: 'Este robot de pequeña escala puede aprovechar su diminuto tamaño para acceder al cuerpo humano de forma no invasiva a través de aberturas naturales o punciones. La idea de que estos robots tengan el potencial de transformar una amplia gama de tratamientos médicos en el futuro es lo que nos motiva a seguir adelante en nuestras investigaciones'.

La posibilidad de que estos diminutos robots cambien el panorama de la medicina es fascinante y, sin duda, estaremos atentos a su evolución. ¡No querrás perderte las próximas actualizaciones sobre este asombroso avance en la tecnología médica!