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¡Impactante revelación! El oscuro vínculo entre "Los de Abajo" y el crimen organizado en los estadios chilenos

2024-09-23

Bajo la apariencia de ser apasionados hinchas del fútbol, un grupo dentro de la barra brava del club Universidad de Chile, conocido como "Los de Abajo", se ha revelado como un brazo armado con conexiones peligrosas al crimen organizado. Recientemente, un reportaje impactante ha destapado la realidad de estos individuos, quienes, lejos de ser meros aficionados, exhiben armas de fuego en redes sociales y están involucrados en delictivas actividades como el tráfico de armas, drogas y homicidios. Lo más escalofriante es que tienen el permiso para sentarse junto a otros aficionados en los estadios.

Según la investigación publicada por T13 Central, los líderes de "Los de Abajo", como Michael Muñoz Castro, alias "Heron", han escalado su violencia y ahora participan activamente en crímenes graves. Muñoz coordina una facción llamada "Ferro Azul", vinculada a un ambiente de creciente criminalidad donde se han reportado ocasiones de emboscadas y enfrentamientos violentos con otros hinchas.

El caso más grave mencionado en el reportaje es el asesinato de José Tapia Cortés, un hincha del Colo-Colo, quien fue fatalmente herido tras un ataque por parte de Muñoz y otros miembros de la barra rival. Este no es un incidente aislado; muestra una preocupante tendencia de la barra a trasladar su rivalidad más allá del campo de juego, implicándose en actos criminales cada vez más atrocidades.

En diversas situaciones, como el asalto a la barra de Universidad Católica en Renca, estos grupos han demostrado que su violencia no se limita únicamente a guerras de hinchas. Con un arsenal que incluye no solo revólveres, sino también armas automáticas y rifles, los miembros de "Los Pinta Locos" y "Bomba Azul" han llevado el conflicto entre barras a un nuevo nivel de peligrosidad.

Lo más sorprendente es que, a pesar de las detenciones de varios miembros, muchos de los líderes permanecen en libertad, incluida una figura central como Brian Pobleta Aguilera, quien enfrenta cargos internacionales de homicidio. La situación se complica aún más al revelar vínculos inquietantes entre estos grupos y la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), que ha mostrado omisión al momento de controlar la presencia de estos elementos en los estadios.

¡Es hora de que las autoridades tomen medidas! Este aumento en la violencia genera alarmas no solo para los hinchas, sino para la seguridad pública en general. La transformación de barras bravas a auténticas bandas criminales es un fenómeno alarmante que debe ser atendido de inmediato. ¿Hasta dónde llegará esta crisis? La indignación crece, y la sociedad civil exige respuestas y soluciones contundentes para erradicar la influencia del crimen organizado en el deporte!