Un nuevo estudio sugiere que los chicos adolescentes de Cataluña que se identifican como gays experimentan un bienestar emocional significativamente menor en comparación con sus pares heterosexuales, particularmente en los municipios más pequeños. Esta investigación, titulada "Bienestar emocional, orientación sexual y estigma interpersonal en adolescentes cisgénero de Cataluña", ha sido publicada en la revista Psychology of Sexual Orientation and Gender Diversity.

Bajo la dirección de la investigadora Gemma Drou de UManresa, y con la colaboración de Marina Bosque de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), el estudio utiliza datos de las encuestas DESKcohort y FRESC, que abarcan a más de 7.000 adolescentes de entre 15 y 19 años entre 2020 y 2021.

Malestar emocional en municipios pequeños

Los resultados revelan que en localidades con menos de 30.000 habitantes, los chicos gays reportan niveles de bienestar emocional notablemente más bajos que sus homólogos heterosexuales. Este patrón se observa de manera menos pronunciada en ciudades intermedias como Manresa y Igualada, y también en Barcelona y su área metropolitana. Las conclusiones apuntan a que estas diferencias están estrechamente relacionadas con el acoso escolar y las malas relaciones familiares, factores que impactan gravemente en la calidad de vida de estos jóvenes.

Bisexualidad y salud emocional

Curiosamente, el estudio también destaca que tanto chicos como chicas que se identifican como bisexuales son quienes presentan el menor bienestar emocional, sin importar su localidad. La investigación sostiene que esta situación se deja ver en el alejamiento de la bisexualidad, que sigue siendo un tema de controversia tanto dentro de las comunidades heterosexuales como LGB. Esto genera un estigma adicional que afecta disproportionately a los jóvenes bisexuales.

Progresos y desafíos

A pesar de una progresiva aceptación de la homosexualidad en Cataluña, especialmente en áreas urbanas, la bisexualidad enfrenta aún barreras significativas. Un hecho que resalta en este estudio es que, aunque los derechos de las personas LGTBIQ+ han avanzado en años recientes, todavía queda un largo camino por recorrer para garantizar la protección efectiva de estos derechos.

Las autoras del estudio enfatizan la importancia de la educación en diversidad sexual como una herramienta crítica para mejorar el bienestar de los adolescentes. Promover un entorno inclusivo podría ser la clave para reducir el estigma y fomentar una mejor salud emocional entre estas poblaciones vulnerables.

Hacia un futuro más igualitario

Este estudio no solo resalta la necesidad urgente de atención a las cuestiones de bienestar emocional entre los jóvenes LGTBIQ+, sino que también se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que abogan por una mejor salud y bienestar, la igualdad de género y la reducción de desigualdades. A medida que la sociedad avanza, es fundamental abordar las disparidades para garantizar que cada adolescente, sin importar su orientación sexual, pueda disfrutar de una vida plena y sin discriminación.