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¡Impactante! La ‘sangre de los glaciares’: el fenómeno que tiñe de rosa la Antártida y amenaza nuestro planeta

2025-03-29

Autor: Mateo

La Antártida está enfrentando un fenómeno alarmante que ha puesto en jaque a la comunidad científica: la aparición de nieve teñida de rosa, un fenómeno causado por la proliferación de microalgas que podría estar acelerando el deshielo de los glaciares.

Conocido como ‘sangre de los glaciares’ o ‘nieve de sandía’, este fenómeno se atribuye a la alga microscópica Chlamydomonas nivalis, que prospera en climas cálidos. Aunque su color original es verde, en condiciones de alta radiación ultravioleta, esta alga desarrolla pigmentos rojizos para protegerse, lo que da como resultado la inusual coloración rosada de la nieve.

Pero esto no es solo un simple cambio estético; el impacto sobre el deshielo es preocupante. Durante el verano antártico, el alza de las temperaturas provoca la floración de estas algas, alterando el albedo de la nieve, es decir, su capacidad para reflejar la luz solar. Mientras que la nieve blanca refleja gran parte de esta radiación, la nieve rosa tiende a absorberla, elevando la temperatura del entorno y, en consecuencia, acelerando el derretimiento del hielo.

“El fenómeno de la nieve rosa parece estar en aumento, probablemente debido al calentamiento global, y tiene implicaciones planetarias serias al cambiar el albedo de la nieve”, comentó José Ignacio García, investigador de la Universidad del País Vasco, para distintos medios. Este ciclo de retroalimentación es inquietante: el calentamiento favorece el crecimiento de algas, lo que reduce el albedo y hace que el hielo se derrita más rápidamente. Se estima que millones de toneladas de nieve se derriten cada verano en la Antártida debido a este fenómeno.

Curiosamente, la nieve rosa no es un fenómeno exclusivo de la Antártida; se han documentado casos similares en otras regiones frías del mundo, incluidos el Ártico y los Alpes, donde su aparición es cada vez más común. Según un estudio publicado en Science Advances por la Universidad Simon Fraser en Canadá, estas algas cubren el 5% de los glaciares en el noroeste de América del Norte, con concentraciones que, en algunas áreas, alcanzan hasta el 65% de la superficie.

Las consecuencias son alarmantes: investigaciones recientes indican que la proliferación de estas algas puede reducir el albedo en un 13% durante la temporada de deshielo, lo que incrementa aún más el calentamiento global.

El fenómeno de la nieve colorida ha intrigado a los científicos durante siglos. De hecho, Aristóteles fue uno de los primeros en documentarlo hace más de 2300 años, pero no fue hasta el siglo XIX que se identificó a Chlamydomonas nivalis como el responsable de esta peculiar coloración.

Proyectos de investigación como ALPALGA están en marcha, reuniendo a biólogos, ecólogos y glaciólogos para estudiar cómo la proliferación de estas algas influye en el derretimiento del hielo y cómo el cambio climático está acelerando su crecimiento. Sin embargo, es importante señalar que la alteración del color de la nieve no siempre es causada por microorganismos. En los Alpes del Sur, durante los veranos de 2019 y 2020, se observó una tonalidad rojiza en la nieve debido al depósito de polvo arrastrado por tormentas del Mar de Tasmania, lo que también afectó su capacidad para reflejar radiación solar.

A medida que el planeta continúa calentándose, estos fenómenos podrían volverse más comunes, contribuyendo al rápido deterioro de los ecosistemas polares. Lo que hoy puede parecer un espectáculo visual atractivo podría convertirse en una de las señales más evidentes de los efectos irreversibles del cambio climático sobre los glaciares y el equilibrio global.