Hace más de dos décadas, el renombrado astrofísico Stephen Hawking advirtió sobre el posible fin de la humanidad, un tema que volvió a abordar en el documental The Search for a New Earth en 2017, poco antes de su fallecimiento. Hawking indicó que nuestras propias acciones serían las que llevarían a la Tierra a un punto sin retorno, sugiriendo que el año 2600 sería cuando el planeta estaría completamente despoblado y sin recursos naturales.

Aunque muchos en la comunidad científica consideraron estas ideas como un sombrío pronóstico, recientemente la NASA ha salido a validar la teoría de Hawking. En un comunicado, la agencia espacial enfatizó que, de no implementarse políticas globales contundentes para reducir la contaminación, el colapso de nuestro ecosistema podría ocurrir mucho antes de lo previsto.

¿Qué planteaba realmente Stephen Hawking sobre el futuro de la humanidad?

Hawking siempre fue claro al señalar que el cambio climático es la mayor amenaza para la vida en la Tierra. Señaló que el continuo aumento de las temperaturas podría llevar al planeta a convertirse en "una bola de fuego", poniendo en grave riesgo la supervivencia de las especies.

Además, alertó sobre la sobrepoblación, que incrementaría la presión sobre los recursos naturales, provocando una mayor demanda de alimentos y energía. Esto, a su vez, llevaría a la devastación de áreas vitales como bosques y selvas tropicales, esenciales para la oxigenación del planeta.

La situación del agua dulce también sería crítica, ya que la contaminación de ríos y lagos, combinada con el deshielo de glaciares, podría resultar en la escasez de agua, un recurso fundamental para la vida.

¿Qué ha dicho la NASA al respecto?

La NASA ha intensificado sus esfuerzos para crear conciencia sobre los devastadores efectos del cambio climático. A través de sus canales oficiales, la agencia ha expuesto una clara advertencia de lo que podría suceder si no se actúa rápidamente. En su comunicado, la NASA destaca que "la tendencia actual de calentamiento es única" y atribuida directamente a las actividades humanas desde el siglo XIX, avanzando a un ritmo alarmante que no se ha observado en milenios.

La agencia explica: "Es innegable que las actividades humanas han producido gases de efecto invernadero que atrapan más energía del Sol en el sistema terrestre. Esta energía extra está calentando la atmósfera, los océanos y las tierras, provocando cambios drásticos y generalizados en nuestra atmósfera, océanos, criósfera y biosfera".

La data alarmante continúa, sugiriendo que el futuro de la humanidad depende críticamente de las decisiones que tomemos hoy. Los expertos advierten sobre la importancia de actuar ya para frenar este ciclo destructivo, ya que cada acción cuenta. ¿Daremos el paso necesario antes de que sea demasiado tarde? La elección está en nuestras manos.