Este jueves, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha tomado una decisión esperada por muchos: bajó los tipos de interés en un cuarto de punto, marcando la segunda reducción consecutiva desde septiembre. Este anuncio llega justo dos días después de las elecciones, en las que el republicano Donald Trump reclamó la victoria.

Con esta nueva decisión, la tasa de referencia se establece en un rango del 4,5% al 4,75%. Aunque la Fed no ha dado pistas sobre posibles reducciones futuras, los expertos habían anticipado esta medida.

Los economistas habían previsto esta bajada como parte de un esfuerzo más amplio para equilibrar la inflación, que ha mostrado signos de descenso en los últimos meses. Según el comunicado de la Fed, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) se comprometió a evaluar cuidadosamente los datos económicos antes de realizar ajustes adicionales. “El FOMC está firmemente comprometido a apoyar el máximo empleo y a hacer que la inflación regrese a su objetivo del 2%”, señala el informe.

A pesar de que la actividad económica sigue expandiéndose a un ritmo sólido, la incertidumbre persiste. La Fed reconoce que los riesgos de alcanzar sus objetivos económicos están aproximadamente equilibrados, pero se mantienen alertas ante posibles contratiempos.

En una rueda de prensa posterior al anuncio, el presidente de la Fed, Jerome Powell, respondió de manera contundente a una pregunta sobre si renunciaría si Trump se lo pidiera. “No”, fue su respuesta clara, añadiendo que bajo la ley no está obligado a dimitir. Esto demuestra la independencia que tiene la Fed respecto a la Casa Blanca, un punto crucial en el debate sobre la política económica del país.

Mientras Trump ha declarado en el pasado que la Fed es uno de los trabajos más fáciles del gobierno, sugiriendo que las decisiones son casi arbitrarias, Powell defendió la complejidad de la labor del banco central, especialmente en tiempos de incertidumbre económica.

¿Y cuáles son las implicaciones de las elecciones en la política de tasas de interés a corto y largo plazo? Powell dejó claro que, a corto plazo, el resultado electoral no influirá en las decisiones políticas de la Fed. Sin embargo, el impacto a largo plazo de las políticas de la nueva administración es incierto, lo que lo lleva a no hacer conjeturas sobre el futuro económico del país.

Así que, el camino que tomará la economía estadounidense en el futuro cercano dependerá en gran medida de las decisiones que tome la Fed en colaboración con el desarrollo de políticas bajo la nueva administración de Trump. Con la inflación reciente mostrando signos de alivio, el enfoque de la Fed en su mandato dual de empleo e inflación será crucial en los próximos meses.

La saga económica en EE.UU. apenas comienza, y los próximos movimientos de la Fed serán observados de cerca por economistas, inversores y el público en general. ¿Preparados para lo que viene?