En el primer año de implementación de la ley de eutanasia en España, el 64% de los procedimientos fueron realizados por especialistas en medicina familiar y comunitaria, principalmente en el hogar del paciente, lo que destaca la importancia de estos profesionales en el proceso.

La eutanasia ha emergido como un nuevo derecho fundamental para los pacientes, transformándose en una prestación sanitaria obligatoria que médicos y enfermeros deben ofrecer. Remedios Martín, presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), ha manifestado la necesidad de preparar a los profesionales para afrontar estas solicitudes, ya que "cualquier día puede surgir una petición" y es crucial acompañar al paciente en su decisión final.

Durante el 44 congreso nacional de la Semfyc, se enfatizó que este nuevo marco legal exige una profunda adaptación en la práctica diaria de los profesionales de la salud. Es esencial que estén listos para ofrecer este servicio con "máxima calidad y humanidad".

El congreso incluyó una charla denominada 'Eutanasia: ven y prepárate para cuando tu paciente te pida ayuda para morir. Desde la experiencia', a cargo de Martín y los especialistas Fernando León y Esther Limón, con el fin de abordar uno de los temas más delicados en la atención primaria.

Según datos del Ministerio de Sanidad, durante 2022 se registraron 288 procedimientos de eutanasia en toda España, con un 50% de solicitudes aceptadas, mientras que en 2021 se aplicaron 75. Desde la entrada en vigor de la ley en 2021, un total de 363 personas se han beneficiado de esta normativa.

La contribución de los médicos de familia en el proceso es clave. En comparación con otros países con mayor tradición en la eutanasia, como los Países Bajos, donde el 80% de las prestaciones son realizadas por médicos de familia en el hogar del paciente, en España este porcentaje es de seis de cada diez. Aunque no hay estudios específicos sobre cómo la eutanasia impacta la relación médico-paciente, se sugiere que podría incrementar la confianza del paciente en su médico al saber que cuenta con apoyo en sus últimos momentos.

Es crucial que los médicos informen adecuadamente sobre el procedimiento para evitar malentendidos y asegurar que los pacientes comprendan que la eutanasia es solamente una de las opciones al final de la vida. La ley establece que el proceso de eutanasia es complejo, con requisitos específicos que garantizan la voluntariedad del paciente. Esto implica una carga emocional significativa para los profesionales, quienes también tienen derecho a la objeción de conciencia, derecho que debe ser ejercido con responsabilidad.

"La eutanasia presenta grandes desafíos éticos y legales para los médicos de familia. No solo deben manejar sus propias emociones y ética personal, sino también asegurarse de que el proceso cumpla con los estándares legales y éticos. Es fundamental que los médicos estén preparados para gestionar estos casos con responsabilidad y empatía", señala Esther Limón.

La formación continua y el conocimiento profundo de la ley y las mejores prácticas son esenciales para que los profesionales manejen adecuadamente las solicitudes de eutanasia. "La falta de información puede generar ansiedad tanto en los profesionales como en los pacientes, por lo que es crucial estar bien informados", afirma Martín. Además, las direcciones y gerencias de Atención Primaria son conscientes de la carga emocional que esto puede suponer y están trabajando para facilitar el proceso.