La Armada de Chile ha dado un paso significativo en la mejora de su capacidad de defensa marítima al incluir dos avanzados misiles antibuque en la fragata Capitán Prat. Este movimiento no solo representa un incremento en el poderío naval chileno, sino que también resalta la importancia de modernizar las fuerzas armadas en un contexto global cada vez más desafiante.

Según información confirmada por el portal especializado Infodefensa, la fragata Capitán Prat fue sometida a un exhaustivo mantenimiento en los Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar) de Talcahuano. Durante este proceso, se instaló un sistema de lanzamiento que incluye dos lanzadores cuádruples para los misiles Exocet MM-40 Block 3, fabricados por MBDA, conocidos por su efectividad y resistencia en combate.

Los misiles Exocet MM-40 Block 3 tienen un impresionante alcance de hasta 180 kilómetros, lo que les permite operar de manera efectiva en áreas extensas del océano. Además, sus dimensiones son de menos de 6 metros de longitud, y pueden alcanzar velocidades subsónicas, lo que dificulta su detección y respuesta por parte de las fuerzas enemigas.

Este sistema destaca no solo por su alcance y velocidad, sino también por su capacidad multiobjetivo, lo que significa que puede atacar múltiples blancos en movimiento con alta probabilidad de éxito. Esta mejora en la fragata Capitán Prat proporciona a la Armada de Chile una ventaja estratégica vital en la protección de sus aguas territoriales y el fortalecimiento de su disuasión frente a posibles amenazas.

La instalación de estos misiles no es solo un avance tecnológico, sino también una declaración de intenciones por parte de Chile, demostrando su compromiso por mantener una defensa robusta y eficaz en un escenario geopolítico complejo.