Una de las noticias más sorprendentes del ámbito económico y empresarial en Chile ha sido el anuncio del cierre de todas las operaciones de las emblemáticas cadenas Telepizza y Pizza Hut, bajo la administración de Food Delivery Brands (FDB). Esta difícil decisión también conlleva la solicitud de liquidación de la empresa ante los tribunales debido a una crisis financiera calificada de "irremontable", con pérdidas acumuladas que ascienden a nada menos que $79 mil millones.

En su declaración pública, FDB reveló que el negocio ha enfrentado graves dificultades debido a un entorno económico y competitivo complejo. En consecuencia, la firma ha optado por centrar sus esfuerzos y recursos en operaciones en Europa, dejando atrás un legado que comenzó en 1992 con Telepizza, que logró un rápido crecimiento a través de un modelo de franquicias.

El desglose financiero es alarmante: en 2022, Telepizza reportó pérdidas por -$24.792 millones, que se agravaron en 2023 con -$23.386 millones, y una proyección similar para 2024, alcanzando un total de -$21.296 millones. Ante esta devastadora situación, el negocio no solo ha perdido su competitividad, sino que enfrenta un tsunami de deudas con acreedores como Axis Logística S.A., que posee el crédito más grande con $1.089 millones.

La crisis no se limita a la economía del fast food en Chile; también refleja un cambio profundo en los hábitos de consumo, donde el delivery se ha vuelto la norma. Además, la pandemia de Covid-19 y los problemas en la cadena de suministros han sido factores determinantes en el destino de estas marcas.

El cierre de Telepizza y Pizza Hut no solo marca el fin de un capítulo significativo en la industria de la comida rápida en Chile, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de otros establecimientos que podrían seguir el mismo camino. ¿Están en riesgo otras marcas populares? La situación es crítica, y la incertidumbre económica sigue acechando al sector.

Los trabajadores y las partes afectadas lamentan esta decisión, que, aunque necesaria, representa un golpe durísimo para el empleo y el mercado en general. La liquidación voluntaria ha sido descrita como "el camino más responsable" para mitigar daños en un entorno tan complicado.

En tiempos donde la rápida adaptación y la innovación son clave para sobrevivir, el adiós a Telepizza y Pizza Hut podría ser solo la punta del iceberg. Mantente alerta, ya que la crisis en la industria de restaurantes apenas comienza y se prevén cambios significativos en el sector.