-¿Qué representa para usted ser médico de familia? -Ser médico de familia es mi vocación y mi razón de ser. Más allá de la satisfacción personal y profesional que me brinda esta carrera, he crecido tanto a nivel humano como profesional, algo que considero invaluable.

-¿Cómo fue su inicio en esta profesión? -Desde joven, alrededor de los 16 años, me empezó a apasionar la medicina. Noté que la gente confiaba en mí; amigos y, a veces, desconocidos venían a contarme sus problemas. Esa experiencia me hizo darme cuenta de que podía ayudar a otros, y eso me motivó a estudiar medicina cuando vi la labor significativa que realizaban los médicos en mi localidad.

-¿Cómo ha evolucionado la medicina de familia en Mallorca? -La evolución ha sido notable. Aunque hemos enfrentado momentos difíciles, hemos avanzado significativamente. Mallorca fue pionera en la gestión de la atención primaria de calidad y hemos implementado innovaciones, como la incorporación de ecógrafos en todos los centros de salud y la formación de nuevos médicos residentes.

-¿Cree que la medicina de familia necesita más visibilidad? Sí, definitivamente. El reconocimiento que he recibido este año es solo un impulso para seguir luchando por la visibilidad de esta especialidad. A menudo, médicos de otros países enfatizan que en sus lugares la medicina de familia es una de las especialidades más apreciadas, algo que aquí se necesita urgentemente. Es sorprendente que entre el 93% y el 95% de los problemas de salud se pueden resolver en atención primaria, lo que resalta la importancia de esta especialidad.

-¿Existen preocupaciones sobre el relevo generacional en medicina? Sin duda, es un desafío en todas las especialidades. Aunque nuestro sistema de formación es sólido, hay una disparidad en la cantidad de plazas disponibles. Necesitamos dar un valor real a la medicina de familia para atraer a más estudiantes hacia esta especialidad y garantizar un futuro sostenible.

-¿Cuáles son las características esenciales al elegir una especialidad? Creo que las habilidades manuales son críticas para la cirugía, pero en general, lo más importante es que el médico elija la especialidad que le apasione y le motive. La vocación es esencial en esta profesión.

-Dirige el centro de salud de Santa Ponça, ¿ha notado diferencias entre temporadas? Absolutamente. Durante los meses de verano, la demanda se dispara considerablemente debido al turismo. En temporada alta, podemos llegar a atender entre 280 y 300 pacientes en urgencias un solo día, mientras que en la temporada baja, esa cifra puede reducirse a unos 90 o 100.

-¿Es necesario seguir apostando por la sanidad pública? Sí, estoy completamente a favor de la sanidad pública. Es un pilar fundamental de bienestar social. Pese a que la sanidad privada puede tener sus beneficios, creo firmemente que todos deberían tener acceso a servicios de salud de calidad sin limitaciones económicas.

-¿Cuáles son sus expectativas para el futuro del sector sanitario? Es crucial avanzar con cautela. La humanización de la atención médica debe ser la prioridad. Enfatizo a mis residentes y estudiantes la importancia de tratar al paciente como una persona, no solo como un número. La tecnología es valiosa, pero nunca debe reemplazar la interacción humana en el cuidado del paciente.

-¿Qué ha significado para usted recibir este premio? Es un honor que proviene de la Real Academia de Medicina de España, la más antigua y prestigiosa. Este reconocimiento resalta la medicina de familia y refuerza la crucial labor que realizamos en el sistema de salud. La atención primaria es la primera línea de defensa en salud pública, y se merece ser celebrada y apoyada.