
¡Hallazgo asombroso en Egipto! Encuentran la tumba de un faraón de una dinastía desconocida
2025-03-19
Autor: Antonia
Un equipo conjunto de arqueólogos egipcios y estadounidenses, liderado por expertos de la Universidad de Pensilvania, ha hecho un descubrimiento sin precedentes en la necrópolis de Gebel Anubis, en el sur de Egipto.
Este hallazgo revela la existencia de un faraón de una dinastía hasta ahora ignorada por los libros de historia, cuya influencia se estima entre 1700 y 1600 a.C., abarcando los intrigantes periodos del Segundo Período Intermedio y el Reino Nuevo.
La tumba se localiza al pie de la emblemática Montaña de Anubis, un sitio sagrado de gran relevancia religiosa en la antigua civilización egipcia. La estructura presenta características arquitectónicas extraordinarias, con una cámara funeraria construida en piedra caliza y bóvedas de adobe, que la diferencian por su tamaño, ampliamente superior al de otras tumbas contemporáneas.
En la entrada de la sepultura, se han hallado inscripciones que mencionan a las diosas Isis y Neftis, fundamentales en la mitología funeraria egipcia, encargadas de proteger a las almas y llevar a cabo rituales de momificación. Esto no solo ayuda a establecer la cronología de la tumba, sino que también fortalece el vínculo del faraón con los cultos predominantes de aquel tiempo, según el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.
Históricamente, la dinastía que gobernó entre 1700 y 1600 a.C. ha sido un enigma debido a la escasez de documentos sobre ella. Los arqueólogos sugieren que este linaje operaba fuera de la corriente faraónica tradicional, lo que ha dificultado su inclusión en los registros históricos más conocidos. El descubrimiento de esta tumba representa la primera evidencia tangible de su existencia.
Existen indicios que sugieren que el faraón encontrado podría ser un ancestro de Senebkay, lo que vincula esta nueva sepultura con la misma línea real, aunque la identidad exacta del difunto aún debe ser confirmada. El hallazgo de la tumba de Senebkay, un monarca perteneciente a la efímera dinastía de Abidos, ha arrojado nueva luz sobre los acontecimientos del Segundo Período Intermedio en Egipto.
Senebkay gobernó el Alto Egipto durante un breve periodo, enfrentándose simultáneamente a los hyksos en el norte y a los príncipes de Tebas en el sur. Investigaciones previas han revelado que Senebkay murió en combate, un hecho poco común en las representaciones egipcias, donde los faraones eran prácticamente siempre mostrados como vencedores. Un notable análisis de su cuerpo exhibió 18 heridas, muchas concentradas en su cráneo, sugiriendo que su muerte ocurrió durante una confrontación bélica.
Las marcas encontradas en su cuerpo indican que montaba a caballo, con lesiones en las piernas y pelvis que revelan que no abandonaba su montura durante el enfrentamiento. Esta técnica de combates a caballo fue adoptada rápidamente por los ejércitos egipcios tras la introducción del caballo por los hyksos. Las heridas también sugieren que, ante la pérdida de su ventaja de altura, Senebkay fue atacado por múltiples enemigos hasta su eventual muerte. Este descubrimiento ilustra la naturaleza violenta de la época, especialmente considerando que poco después otro faraón, Seqenenre, también encontró un destino similar.
Además, los arqueólogos han encontrado un taller de cerámica en la aldea de Banawit, donde se han recuperado fragmentos de artefactos y hornos. También se han identificado 32 óstracos con inscripciones en demótico y griego. Estos hallazgos ofrecen una ventana a las transacciones comerciales de la época y al sistema fiscal, proporcionando un panorama más amplio de la vida económica y social en el antiguo Egipto.
Abidos, situada a 11 kilómetros al oeste del Nilo, fue un centro político y espiritual crucial. La ciudad albergaba la necrópolis real donde se enterraban a los faraones más antiguos, convirtiéndose así en un notable lugar de culto durante milenios. Este reciente descubrimiento no solo hace historia, sino que podría cambiarla para siempre, arrojando luz sobre las dinastías que han permanecido en la penumbra por siglos.