Lucas Hunter, un estadounidense de 37 años con nacionalidad francesa, desapareció hace 74 días tras ser arrestado cerca de la frontera con Venezuela mientras disfrutaba de unas vacaciones en Colombia. Hunter decidió viajar a Colombia a finales de diciembre en busca de las mejores olas para practicar kitesurf, una de sus grandes pasiones. Inicialmente planeaba hacerlo acompañado de su hermana, pero ella se enfermo y no pudo unirse al viaje.

Mientras Lucas exploraba la región de Uribia en Colombia, se comunicaba regularmente con su hermana, Sophie. El 7 de enero, mientras viajaba en motocicleta por la Ruta Nacional 90, se acercó a la frontera con Venezuela, donde fue interceptado por guardias fronterizos venezolanos. Su familia asegura que, a pesar de que él intentó retroceder, fue detenido y llevado a un centro de investigación, de donde no se ha tenido noticias desde entonces.

Los mensajes que envió Lucas a su hermana describieron su situación; informó que lo estaban interrogando y que en su expediente se indicaba que no tenía intención de cruzar a Venezuela. Sin embargo, ya han pasado más de dos meses sin información sobre su paradero o salud. La familia de Hunter asegura que no ha recibido ninguna notificación sobre los motivos de su detención.

Desde el arresto de Lucas, se ha especulado que su nacionalidad estadounidense podría convertirlo en una herramienta para el régimen de Nicolás Maduro, que ha sido acusado de utilizar a ciudadanos estadounidenses como "monedas de cambio" en negociaciones con Estados Unidos. La académica Vanessa Cárdenas, del Observatorio de Asuntos Internacionales, subrayó que el gobierno venezolano a menudo emplea estas detenciones para presionar en las negociaciones sobre sanciones económicas impuestas por el gobierno de Biden.

La familia ha solicitado el apoyo de las autoridades estadounidenses, alertando sobre los peligros de viajar a regiones fronterizas conflictivas. Sophie Hunter ha instado a que se realice una campaña de concienciación entre los jóvenes y viajeros sobre los riesgos de los viajes a Venezuela y las fronteras complicadas.

“Es una situación desesperante, y ningún ser humano debería pasar por lo que está viviendo mi hermano,” dijo Sophie, quien ha estado activa en redes sociales para generar atención sobre el caso. El pasado 18 de marzo, se reunió con funcionarios del Congreso y del Departamento de Estado, expresando su esperanza en un desenlace positivo.

La inseguridad en la frontera entre Colombia y Venezuela ha llevado a que el gobierno estadounidense emita advertencias a sus ciudadanos sobre los riesgos de viajar a esa área. Mientras tanto, la historia de Lucas se suma a la larga lista de casos de detenidos injustamente en Venezuela, lo que subraya la necesidad de un enfoque más fuerte y efectivo para abordar la situación de los ciudadanos estadounidenses detenidos en el país sudamericano.