La Marina de Guerra del Perú ha dado un paso crucial con el reinicio de las pruebas de navegación del submarino modernizado B.A.P. Chipana (SS-34). Esta noticia no solo alivia la presión sobre los responsables del programa de recuperación de capacidades subacuáticas, sino que también reaviva las esperanzas en un proyecto considerado único en América Latina por su complejidad. La posibilidad de construir o ensamblar submarinos en el país se vuelve más tangible con esta iniciativa.

Esta reactivación ocurre luego de un tiempo de incertidumbre. A finales de enero de este año, el Servicio Industrial de la Marina (SIMA) Perú había colocado al Chipana en el agua para pruebas iniciales, que resultaron exitosas. Octubre, el Mes de Grau –icónico por ser el mes en que se celebra al héroe naval peruano– podría traer anuncios significativos sobre el submarino de tipo U-209/1200.

La modernización de los submarinos es un proyecto estratégico que impulsa la industria naval peruana. Contando con la asistencia técnica de ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS) de Alemania, este programa asegura la transferencia de tecnología vital para el país. Sin embargo, el cronograma enfrenta retrasos, lo que ha generado preocupación en los mandos de la marina, especialmente en la tradición venerable de la Fuerza de Submarinos.

Dos submarinos adicionales, el B.A.P. Angamos (SS-31) y el B.A.P. Pisagua (SS-33), todavía esperan su turno para ser modernizados. Simultáneamente, se están realizando trabajos en el B.A.P. Antofagasta (SS-32), que se encuentra en procesos de desmantelamiento de motores y equipos obsoletos.

Actualmente, el B.A.P. Pisagua parece ser el único submarino en operación completa, participando en los ejercicios de guerra antisubmarina DESI 2024 en el Océano Pacífico junto a la Armada de los Estados Unidos.

El 23 de septiembre, el B.A.P. Chipana reinició sus pruebas en el mar después de su modernización en las instalaciones de SIMA Callao. Se llevaron a cabo exhaustivos trabajos de mantenimiento en el motor eléctrico y se renovó por completo el cableado del submarino. Las pruebas incluyeron desde la navegación en superficie hasta inmersiones en diferentes profundidades, lo que culminará con la aceptación final de los nuevos equipos instalados.

Este avance no solo es un hito en la recuperación de capacidades marítimas, sino que también representa un testimonio del compromiso de Perú por fortalecer su defensa naval. ¡Atentos a los próximos anuncios, ya que el futuro de la Marina es prometedor!