El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha hecho un sorprendente anuncio este sábado (21.09.2024) al nombrar a los nuevos miembros de su Gobierno, que presenta una orientación mayormente derechista. Esta decisión llega tras dos meses y medio de incertidumbre, luego de las elecciones anticipadas que él mismo convoco. Macron confía en que este cambio evitará una potencial moción de censura en el Parlamento.

Bruno Retailleau, nuevo ministro del Interior y líder hasta ahora del grupo en el Senado del partido Los Republicanos (LR), se perfila como una figura clave en esta reestructuración. Retailleau es conocido por sus posturas firmes y a menudo controvertidas sobre inmigración, lo que ha generado tensiones con la izquierda y dentro de la misma coalición de Macron.

El secretario general de la presidencia, Alexis Kohler, destacó que el nuevo Gobierno estará compuesto por 39 miembros, con predominancia de la alianza de centroderecha y Los Republicanos. Sin embargo, el nombramiento del único miembro de la izquierda, Didier Migaud, un exdiputado socialista con casi 22 años de servicio, como ministro de Justicia, ha añadido un matiz a este nuevo Ejecutivo.

Los cambios en el Gobierno son significativos. Macron designó a Michel Barnier, un veteranísimo político conservador y exnegociador italiano del Brexit, como primer ministro a principios de septiembre. Tras dos semanas de negociaciones, Barnier logró formar una coalición que se espera proporcione una base más sólida en la fracturada Asamblea Nacional.

Entre los ministros que repiten se encuentran nombres conocidos como Sébastien Lecornu (Defensa) y Rachida Dati (Cultura), mientras que otros cambiarán de cartera, tales como Jean-Noël Barrot (canciller) y Catherine Vautrin (Territorios). En medio de una grave crisis fiscal, el "macronista" Antoine Armand asumirá el Ministerio de Economía, mientras Francia lucha por cumplir con los límites de déficit y deuda establecidos por normativas europeas.

Pero la estabilidad del nuevo Gobierno aún está en riesgo. La coalición de izquierda, Nuevo Frente Popular (NFP), que salió victoriosa en los últimos comicios con 193 diputados, ya ha anunciado su intención de presentar una moción de censura contra el Gobierno de Barnier. Esta amenaza podría volverse real si la extrema derecha decide apoyarlos.

Con la política francesa en una encrucijada, la atención se centra ahora en las futuras decisiones de este nuevo Gobierno. ¿Logrará Macron mantener su poder o se avecina un nuevo capítulo de tensión política en el país? ¡La historia apenas comienza!