Con temperaturas que superan los 39 °C en gran parte de la zona central de Chile, miles de personas buscan escapar del calor durante sus vacaciones, dirigiéndose hacia la costa central del país.

Algarrobo se ha convertido en uno de los destinos turísticos preferidos por las familias durante el verano, gracias a sus hermosas playas y su ambiente acogedor. Este verano, el balneario está lleno de visitantes que buscan refrescarse y disfrutar del sol.

El programa Mucho Gusto decidió visitar Algarrobo para explorar sus diversas playas y conversar con los locales y turistas. En este contexto, Gonzalo Ramírez se topó con un pequeño kiosco en plena playa y animó a Antonia Kohler a que entrevistara a la propietaria sobre una de las tradiciones más memorables: el cuaderno de fiado.

"Quería saber si todavía existe esa costumbre de fiar en el kiosco, porque la gente frecuentemente anota su consumo y lo paga al final de la semana", comentó Ramírez, mientras Karen Doggenweiler añadía que había sido una práctica común en el pasado.

Sin embargo, lo que siguió fue inesperado. Al acercarse al kiosco, la respuesta de la propietario, Mariela, fue contundente: "No, mi amor, ya no tengo".

Ella explicó que la confianza que una vez se depositaba en el fiado ha cambiado drásticamente. "Cuando yo fiaba, venían todos como corderitos, pero cuando llega el momento de cobrar, se convierten en lobos feroces," comentó con humor y un ligero aire de decepción.

Esta anécdota pone de relieve no solo el cambio en las costumbres y la economía familiar, sino también el reconocimiento del esfuerzo de los pequeños comerciantes que deben adaptarse a las realidades actuales. En un mundo donde las transacciones digitales y el pago inmediato se vuelven cada vez más necesarios, parece que la nostalgia por el fiado ha pasado a ser parte del recuerdo para muchos.

Algarrobo sigue siendo un lugar vibrante para disfrutar del verano, pero esta pequeña historia sobre el fiado nos recuerda que las épocas cambian y también las formas de relacionarse entre consumidores y vendedores. ¿Qué otras tradiciones han desaparecido en el camino hacia la modernidad? ¡Déjanos tu comentario!