País

¡Exministros de Piñera rompen el silencio! Estallan contra Axel Kaiser por celebrar el Golpe de Estado

2024-09-20

Introducción

El reciente apoyo de Axel Kaiser a un polémico video de las Juventudes del Partido Republicano que festeja el Golpe de Estado de 1973 ha encendido un intenso debate dentro de la derecha chilena. Este respaldo plantea preguntas fundamentales sobre las implicaciones morales y políticas de las atrocidades cometidas durante los 17 años de dictadura. Un momento revelador de esta discusión fue cuando el escritor Mario Vargas Llosa, en un intercambio anterior, afirmó: “No hay dictaduras buenas y dictaduras malas, y aunque algunas puedan traer ciertos beneficios, el precio que se paga es inaceptable.” Estas palabras resuenan con fuerza hoy.

Reacción de Exministros

En una contundente Carta al Director publicada por El Mercurio, varios exministros de Piñera II, incluyendo a Gonzalo Blumel, Ignacio Briones y María Ignacia Undurraga, junto con el exconvencional constituyente Hernán Larraín, expresaron su crítica hacia el gobierno de la Unidad Popular (UP). Sin embargo, fueron categóricos al rechazar las atrocidades que siguieron al quiebre democrático: las sistemáticas violaciones de derechos humanos, la supresión de libertades fundamentales y una polarización social que sigue afectando al país.

El Video y su Impacto

Señalaron que "el video publicado por las juventudes del Partido Republicano representa un lamentable retroceso democrático", lo que agrava las divisiones en la sociedad chilena. Para los firmantes de la carta, la postura de Kaiser es incompatible con los valores de la democracia liberal, que dice defender. Destacaron que es fundamental proteger los derechos humanos contra cualquier abuso estatal y que esto constituye un pilar esencial para quienes se autodenominan liberales.

Defensa de la Democracia Liberal

En medio de esta crisis, resaltaron que la defensa de la democracia liberal no puede permitir distinciones utilitarias. Los totalitarismos se apropian de estos valores con fines propios, advirtieron. Es crucial, apuntaron, que la derecha no relativice su compromiso con los principios democráticos y los derechos humanos, y que lo defienda sin reservas ni complejos, especialmente en un momento donde los ecos de la historia todavía resuenan fuertemente en la sociedad chilena. La celebración del Golpe de Estado no sólo divide, sino que también oscurece el camino hacia una reconciliación genuina en el país.