Juan Ozón, exentrenador del tenista chileno Nicolás Jarry, ha hablado por primera vez sobre su separación profesional tras tres años de colaboración. La ruptura se produjo a finales de 2023, justo cuando Jarry regresaba a la élite del circuito ATP después de su suspensión por doping.

En una conversación con Punto de Break, Ozón reflexionó sobre el desafío que representó trabajar con Jarry. "Era un gran reto, probablemente el proyecto en el que más podría aportar. Cuando empecé con él, había estado inactivo por un largo tiempo", compartió el entrenador español.

Ozón también mencionó que comprendía las aspiraciones de Jarry, pero que el talento del jugador estaba opacado por problemas mentales y emocionales. "Entendí dónde quería llegar, pero también que estaba lidiando con una situación que le dificultaba jugar y entrar en la pista. Lo más importante era su bienestar", agregó.

Además, el preparador hizo hincapié en que no sólo se trabajó en la salud física, sino también en la mental y espiritual. “Había mucho ruido en su cabeza y en su entorno. Se le consideraba muy talentoso, pero la presión de no estar donde 'debería' lo afectaba. Fue un trabajo duro”, aseguró.

A pesar de la separación, Ozón se mostró satisfecho con su labor: “Estoy 100% feliz con el trabajo que realicé. Sin embargo, creía que todavía había más potencial por explorar. Los proyectos deportivos que queríamos no parecían alinearse con mi ambición.”

Finalmente, Ozón expresó su fe en el futuro de Jarry, afirmando que ve su potencial para estar entre los 20 mejores del mundo de manera consistente, con la posibilidad de llegar incluso al top 15 o más. "Siempre lo vi, por su habilidad, pero soy consciente del trabajo duro que queda por hacer para alcanzar esos objetivos", concluyó.

Analistas de tenis creen que esta ruptura podría abrir un nuevo capítulo en la carrera de Jarry, quien busca consolidarse en el circuito profesional. Muchos esperan que encuentre el camino correcto hacia el éxito, alejándose de las sombras del pasado.