
¿Está Trump intentando debilitar el dólar a propósito?
2025-03-20
Autor: Joaquín
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado varias veces su creencia de que la fortaleza actual del dólar podría estar obstaculizando la competitividad de la industria estadounidense. En sus declaraciones, argumenta que un rendimiento más débil de la moneda podría favorecer las exportaciones, recuperar empleos en el sector manufacturero y contribuir a disminuir el considerable déficit comercial del país.
David Lubin, un analista económico del influyente think tank Chatham House, explica que un dólar fuerte hace que las importaciones sean más baratas, lo cual, a su vez, incrementa la demanda de bienes extranjeros. Al mismo tiempo, las exportaciones estadounidenses se vuelven más costosas para los compradores internacionales, lo que causa una caída en la demanda de productos fabricados en EE. UU.
El mando del presidente sobre el tipo de cambio es limitado. El valor del dólar es principalmente dictado por las fuerzas del mercado global de divisas, y no está completamente bajo el control del mandatario o su administración.
La fortaleza del dólar también ha estado relacionada, según Anthony Abrahamian de Rothschild & Co, con el sólido crecimiento económico de Estados Unidos frente a otros países desarrollados, un fenómeno que ha erosionado el déficit comercial, definido en parte por la distinta demanda de los consumidores estadounidenses, considerados los principales compradores globales.
Aunque el presidente no puede controlar directamente el dólar, el Gobierno de EE. UU. tiene diversas herramientas a su disposición para influir en la economía. La Reserva Federal, por ejemplo, puede modificar las tasas de interés, lo que puede impactar directamente en el valor del dólar. A pesar de que el presidente tiene, en teoría, poca influencia sobre este proceso, Trump ha mostrado una tendencia a presionar públicamente a los líderes del banco central.
Si la oferta de dólares en el mercado aumenta, los analistas sugieren que el valor de la divisa podría caer. Trump podría también intentar hacer que EE. UU. sea menos atractivo para la inversión, lo que a su vez podría llevar a una depreciación del dólar. Sin embargo, tales acciones son consideradas riesgosas y podrían tener efectos imprevistos.
Una de las estrategias discutidas para debilitar el dólar es similar al "Acuerdo Plaza" de 1985, donde EE. UU. y otras naciones acuerdan vender dólares para debilitar su valor. Actualmente, se ha propuesto una iniciativa más audaz, conocida como el "Acuerdo de Mar-a-Lago", promovida por Stephen Miran, un asesor económico cercano a Trump.
Sin embargo, se considera que lograr tal acuerdo sería complicado, especialmente debido al papel de China en el sistema monetario global. Un dólar debilitado podría resultar en inflación y un aumento de precios, lo que podría afectar el poder adquisitivo de los consumidores estadounidenses. Además, aunque Trump logre devaluar la moneda, una disminución en su valor no necesariamente mejoraría la competitividad de EE. UU., ya que esta depende de otros factores, como los niveles de producción y la calidad de los productos.
En resumen, la situación del dólar es un tema complejo y lleno de matices que podría tener consecuencias significativas no solo para la economía estadounidense, sino también para el orden económico global.