La espiritualidad y la sanación son pilares fundamentales de la medicina tradicional entre las comunidades indígenas y afromexicanas, tal como se evidenció en el reciente encuentro ‘Sabias, Poderosas Abuelitas’ en Oaxaca. Durante este evento, médicas y parteras de diferentes regiones compartieron sus conocimientos ancestrales sobre hierbas y prácticas curativas utilizadas en sus comunidades.

Cada cultura tiene su propia cosmovisión y sus tradiciones se transmiten de generación en generación. En la medicina tradicional, las participantes explicaron que el uso de hierbas se clasifica en dos categorías: calientes y frías, dependiendo del estado físico de la persona y el entorno geográfico. Este enfoque holístico subraya la importancia de entender a cada individuo en su particularidad.

La partera zapoteca Silvia Hernández destacó la necesidad de preservar el territorio, ya que en él habitan las plantas curativas. “Debemos defender nuestro entorno; si lo perdemos, de dónde obtendremos nuestros recursos”, enfatizó, mientras compartía su labor como partera. Su experiencia ilustra la íntima conexión entre la naturaleza y la salud, donde cada planta desempeña un papel crucial en el bienestar de las personas.

Las participantes del encuentro coincidieron en que la sanación no solo se refiere a aliviar dolencias físicas, sino que está profundamente entrelazada con la espiritualidad. Esta, según las médicas indígenas y afromexicanas, representa una conexión con el universo y el momento presente. Sofía Mendoza, ginecóloga natural, explicó que “la espiritualidad es la raíz de nuestra esencia femenina, guiada por la sabiduría ancestral”. Para ella, restablecer esta relación es vital para las mujeres en su proceso de sanación y empoderamiento.

Por su parte, Nancy González, sanadora del estado de Campeche, reiteró que la espiritualidad permite conectar con el presente y lograr un equilibrio en la sanación, mientras que Guadalupe Martínez, sanadora nahua del estado de Hidalgo, añadió que “practicar la espiritualidad es sanar desde la autenticidad.”

Las actividades de reflexión se llevaron a cabo en la sede de Gesmujer Rosario Castellanos, una organización que apoya a mujeres vulnerables en Oaxaca. Antes de comenzar cada sesión, se realizó un ritual de apertura que incluyó la encendida de velas y la utilización del caracol ceremonial para abrir caminos espirituales. Este ritual simbolizaba la unión y el agradecimiento, creando un espacio propicio para la sanación y el aprendizaje.

Al concluir el encuentro, cada participante apagó una vela de la ofrenda y se llevó un fragmento como símbolo de gratitud y conexión con la experiencia compartida.

Este evento no solo celebró la sabiduría femenina, sino que también reforzó la importancia de la espiritualidad y la sanación en la medicina tradicional, recordando a todos que el camino hacia el bienestar es una travesía que comienza desde el interior y la comunidad.