El Príncipe Harry ha sido bombardeado por acusaciones serias de "intimidación y acoso" lanzadas por Sophie Chandauka, la presidenta de la organización no gubernamental Sentebale que él cofundó. Este escándalo ha sacudido la plataforma benéfica y ha puesto al príncipe en una difícil encrucijada, justo tras alejarse de la familia real en 2020.

Según Chandauka, Harry ha intentado forzar su salida de la organización, un hecho que describe como un prolongado episodio de acoso. "Lo que el príncipe Harry quería era expulsarme, y eso duró meses", declaró en una entrevista para Sky News, añadiendo que cuenta con pruebas que respaldan sus afirmaciones. Mientras tanto, los miembros del consejo de administración han exigido su renuncia, acusándola también de mala gestión, lo que ha llevado a que el caso se dirima en los tribunales.

Este conflicto ha generado una gran controversia, ya que Harry había mantenido su papel como patrono de Sentebale, un lazo que destacó su compromiso con la causa tras su partida de la vida pública británica. Recordemos que Sentebale se fundó en 2006 en memoria de su madre, la princesa Diana, y se ha dedicado a ayudar a los niños huérfanos afectados por el VIH/SIDA en Lesoto y Botswana.

Sorprendentemente, Chandauka también ha arrojado luz sobre lo que ella define como una cultura del "silencio" dentro de la ONG, sugiriendo que muchos miembros son reacios a hablar, especialmente respecto a temas sensibles relacionados con el duque de Sussex. Además, mencionó la pérdida de donantes y cómo esto podría estar relacionado con la salida de Harry del Reino Unido, un cambio que ha suscitado debates sobre su legado en la organización.

Este drama no se detiene aquí: Chandauka también criticó la decisión de Harry de llevar un equipo de filmación de Netflix a eventos de recaudación de fondos, lo que según ella puede haber opacado el verdadero propósito de la causa. La atención mediática que generaron estas actividades ha sido un tema controvertido, planteando preguntas sobre la compatibilidad entre el activismo y las demandas de la celebridad.

La historia se complica aún más cuando Kelello Lerotholi, exdirector del consejo de administración de Sentebale, desmintió las afirmaciones de Chandauka, afirmando que nunca presenció un intento por parte de Harry de interferir en la dirección de la organización. Mientras tanto, Lynda Chalker, quien fue parte del consejo durante casi 20 años, describió el estilo de Chandauka como "casi dictatorial", lo que añade una nueva capa de tensión al conflicto.

Con todo esto, las palabras de Harry y su implicación en la ONG están bajo un intenso escrutinio, y será interesante ver cómo se desarrollan los acontecimientos en un entorno donde la reputación y el activismo social están indisolublemente ligados. Una cosa es cierta: la saga de la familia real sigue capturando la atención del mundo, y este nuevo escándalo probablemente no sea el último.