La Comisión de Beneficencia de Inglaterra y Gales ha tomado una decisión sorprendente: Naomi Campbell, la famosa modelo británica, no podrá ejercer como fideicomisaria de organizaciones benéficas durante los próximos cinco años. Esta drástica medida se produce tras una exhaustiva investigación que reveló serias irregularidades y “mala conducta” financiera en la gestión de su fundación.

Según el regulador, la organización benéfica 'Fashion For Relief', que Campbell fundó en 2005 con la intención de ayudar a los menos favorecidos, utilizó menos del 9% de las recaudaciones para sus fines caritativos. Sorprendentemente, el 91,5% restante se destinó a gastos personales de lujo, que incluían desde tratamientos de spa hasta estancias en hoteles de alta gama en Cannes.

Entre los hallazgos más alarmantes se encontró que el dinero recaudado para causas noble fue mal utilizado para cubrir lujos personales, incluidos el alojamiento de la modelo en hoteles de lujo, cigarrillos y costos de seguridad personal. La Comisión calificó este uso de los recursos como “poco razonable”, lo que ha dejado al público y a los defensores de la causa benéfica en estado de shock.

'Fashion For Relief' fue disuelta y eliminada del registro de organizaciones benéficas en marzo de este año. Desde entonces, la Comisión de Beneficencia ha recuperado cerca de 344,000 libras (413,130 euros) que ya han sido destinadas a organizaciones bien establecidas como Save The Children y el Fondo del Alcalde para Londres. Es importante destacar que este dinero, que debería haber ayudado a los más necesitados, se ha reorientado a instituciones que cumplen con su deber y compromiso ético.

Además de Campbell, otras dos personas vinculadas a la organización, Bianka Hellmich y Verónica Choo, también enfrentan duras sanciones; Hellmich no podrá participar en la gestión de organizaciones benéficas durante nueve años, mientras que Choo enfrentará un período de restricción de cuatro años. La Comisión dejó claro que ambas no pudieron justificar el uso adecuado y efectivo de los fondos de la organización.

Este escándalo ha desatado un debate sobre la responsabilidad en el manejo de fondos destinados a la caridad. Hoy más que nunca, la comunidad exige transparencia y ética en las organizaciones benéficas, y el caso de Campbell ha puesto de relieve la urgente necesidad de una revisión a fondo de cómo se administran las donaciones.