Un caso que sacudió el ambiente laboral

La semana pasada saltó a la palestra un escándalo en la Dirección del Trabajo (DT), donde una exfuncionaria, Marta Álvarez, reveló haber sido despedida por tener un perfil en Arsmate, la versión chilena de OnlyFans, donde vendía imágenes íntimas.

¿Por qué se lanzó al mundo del contenido para adultos?

Marta explicó que su decisión de incursionar en esta plataforma se debió a la necesidad de obtener ingresos adicionales para costear las terapias de su hijo de 8 años. "Me separé hace poco y tenía deudas económicas enormes que mi sueldo no podía cubrir", confesó a 24 Horas.

Una situación que se tornó insostenible

La exfuncionaria nunca imaginó que su contenido íntimo se filtraría dentro de su lugar de trabajo. "Alguien le jugó chueco y varias personas accedieron a mis imágenes. No pensé que esto llevaría a un sumario", mencionó angustiada.

La lucha por la justicia

Ante su despido, Marta Álvarez decidió presentar un recurso de reposición, argumentando que su institución le permitió ser objeto de acoso y discriminación. "No solo es lo que yo hacía en redes, sino cómo reaccionaron mis colegas"," enfatizó.

Un llamado a la reflexión

Este caso plantea serias preguntas sobre la discriminación en el lugar de trabajo y los límites de la privacidad. La situación de Marta Álvarez resalta la necesidad de crear un entorno laboral más justo y respetuoso.

¿Qué pasará ahora?

Ahora, la Dirección del Trabajo debe decidir sobre el recurso presentado por Marta. Este caso está lejos de ser solo un problema personal; plantea un debate necesario sobre las normas laborales y los derechos de los empleados.