Carolina Ibáñez, una reconocida instructora de esquí, ha compartido su devastadora experiencia tras arrendar un departamento a Carla Ballero, a quien acusa de haberle dejado una abultada deuda de $65 millones. Según Ibáñez, Ballero no solo dejó de pagar el arriendo, sino que también ignoró los servicios básicos durante un periodo de dos años, transformando su vida en una pesadilla judicial.

"La situación se volvió incontrolable", afirmó Ibáñez, quien dijo haber confiado en Ballero al permitirle arrendar el inmueble debido a que la madre de tres hijas enfrentaba dificultades para encontrar un lugar donde vivir. Sin embargo, Ballero incumplió con todos los pagos, dejando el departamento en condiciones deplorables al término del contrato, e incluso sustrayendo elementos valiosos como la grifería y el lavaplatos.

"Pequé de buena persona, creí que ella se haría cargo de los gastos. Cada vez que me acercaba, ella me decía que ya había pagado", confesó Ibáñez, reflejando la confianza que depositó en Ballero.

Pero esta no es solo una historia de desconfianza. La compleja relación de Carolina con Raúl Fergie, ex empresario minero y padre de su hija, añade más capas a este drama. Fergie, tras una relación fallida, se casó brevemente con la influencer chilena Titi Aguayo, y luego inició una relación con Carla Ballero, con quien tuvo tres hijos. Durante esa relación, Ballero enfrentó serios problemas personales, legales y de salud mental.

El vínculo entre Fergie e Ibáñez resurgió en 2018, y tras diversos conflictos, él le pidió a Ibáñez que arrendara un departamento a Ballero, ya que ambos estaban en Dicom. Esta decisión tuvo consecuencias desastrosas: "Ballero ocupó el departamento durante alrededor de dos años sin pagar nada, acumulando una deuda millonaria", reveló Daniella Campos en el programa "Que Te Lo Digo".

El caso de esta situación llegó a un punto crítico cuando el arrendador, desesperado, le ofreció a Ballero $3 millones para que se mudara. A pesar de esto, al irse, Ballero dejó el departamento en condiciones absolutamente inaceptables, lo que llevó al propietario a tomar acciones judiciales. Curiosamente, esto obligó a la justicia a apuntar hacia Carolina, quien, a pesar de ser la arrendataria, no era la responsable de la deuda.

El conflicto legal se intensificó cuando la acumulación de la deuda sumó no solo los dos años de incumplimiento, sino también la suma que le había ofrecido el propietario a Ballero. Ibáñez recibió una aterradora notificación de demanda que advertía sobre el embargo de su casa: "Si no pagas la deuda de Carla Ballero, te rematamos tu propiedad", le advirtieron. Esta situación angustiante la ha llevado a buscar desesperadamente un acuerdo para evitar la pérdida de su hogar.

Esta historia sirve como un potente recordatorio de los riesgos que se corren al confiar en personas sobre las que no se tiene una garantía sólida, y nos deja preguntándonos, ¿qué pasará ahora con Carla Ballero? ¿Responderá por su deuda? La trama sigue desarrollándose.