Finanzas

¡Escándalo en el mundo de los juguetes! Estados Unidos acusa a una empresa china de espionaje

2025-09-10

Autor: Santiago

La sospecha que acecha a Apitor Technology

Una sombra de espionaje se cierne sobre Apitor Technology, una empresa china dedicada a la fabricación de juguetes robóticos para niños. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) ha lanzado una acusación contundente, señalando a esta compañía por presuntas violaciones a la ley que protege la privacidad infantil.

La privacidad infantil en peligro

Según las denuncias, Apitor estaría infringiendo la Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Línea (COPPA), al recolectar datos de geolocalización de niños menores de 13 años. Los juguetes, dirigidos a un público de entre 6 y 14 años, se controlan a través de una aplicación gratuita que plantea problemas significativos de privacidad.

¿Espionaje involuntario?

Se alega que, para que los dispositivos Android se conecten a los juguetes, es necesaria la activación de la función de localización. Esto ha levantado alarmas entre los defensores de la privacidad, quienes temen que los datos de ubicación se estén recolectando sin el consentimiento de los padres.

La inquietante inclusión de tecnología de terceros

La FTC también ha señalado que Apitor ha integrado en su aplicación un kit de desarrollo de software de una empresa llamada JPush, que aparentemente permite la recopilación automática de datos de ubicación sin notificación previa a los padres. Este hecho pone en evidencia una falta de transparencia alarmante.

Sanciones y consecuencias

La FTC no se detiene ahí. Además de imponer una multa de 500.000 dólares, actualmente suspendida por la mala situación financiera de Apitor, exige que la empresa garantice que todo software externo cumpla con las normas de la COPPA. Si se descubre que las declaraciones financieras son falsas, Apitor podría verse obligada a pagar la multa completa.

Una alerta para padres y fabricantes

Este caso pone de manifiesto la necesidad urgente de que los padres sean más conscientes de la tecnología que utilizan sus hijos. Por su parte, las empresas deben ser transparentes y cumplir con las regulaciones para proteger la privacidad infantil. La FTC sigue vigilante, y el futuro de Apitor pende de un hilo.