El club Ñublense logró una victoria espectacular en su visita a Cobreloa durante la fecha 25 del Campeonato Nacional 2024, al imponerse 1-0 en Calama. Este triunfo sin embargo, se vio empañado por un incidente violento que involucró a su entrenador, Mario Salas.

La celebración del gol anotado por Patricio Rubio en los últimos minutos del partido se tornó amarga, cuando un hincha de Cobreloa lanzó una botella hacia Salas, logrando derribarlo al costado de la cancha, conocida como el Zorros del Desierto.

Las imágenes del incidente muestran claramente el momento en que el proyectil impacta en la cara del entrenador, lo que generó un clima de tensión y preocupación entre los presentes. El árbitro del encuentro fue notificado de inmediato sobre la agresión.

Post partido, Mario Salas expresó su malestar en una conferencia de prensa, denunciando la naturaleza violenta del ataque: 'Una persona me lanzó un Gatorade de manera muy agresiva, me raspó y me golpeó la mano'. Consciente del peligro que pudo haber enfrentado, continuó: 'Si esa botella hubiese dado un poco más adentro, podría haberme causado un daño mucho mayor, incluso peor'.

Esta lamentable situación ha suscitado la reacción tanto del entrenador como de la comunidad futbolística. Salas enfatizó que es crucial tomar medidas ante estos episodios de violencia: 'Creo que hay que tomar las medidas que corresponden al caso. Son hechos que no pueden pasar desapercibidos.'

La pregunta que queda en el aire es: ¿qué medidas se tomarán para evitar que incidentes como este se repitan en el fútbol chileno? La seguridad en los estadios debe ser una prioridad, y todos los involucrados esperan que la situación no solo se resuelva, sino que sirva como un llamado a la reflexión sobre la violencia en el deporte.